Este verano no te quedes tirado en la carretera

Este verano no te quedes tirado en la carretera

 

Millones de españoles utilizarán el coche para desplazarse en vacaciones este verano, pero muchos no las disfrutarán como esperan. La revisión de nuestro vehículo antes de ponernos en marcha evitará, en un elevado porcentaje, que nos quedemos tirados en la carretera por alguna avería.

 

Y es que, según datos que maneja la empresa de seguros Cleverea, unos 112.500 vehículos sufrirán una avería en la operación salida y dos millones y medio durante todo el verano.

La carestía de la vida, el exceso de confianza, la negligencia o la ignorancia harán que casi tres de cada diez conductores no revisen convenientemente sus vehículos antes de comenzar sus vacaciones, momento en el que se enfrentarán a cientos de kilómetros de trayecto y a horas de atasco bajo el sol con el motor encendido y el aire acondicionado a tope.

Según Claverea, este verano habrá aproximadamente 95 millones de desplazamientos y un 2,25 % de ellos acabarán en avería, siendo estas las más frecuentes:

 

  1. Batería (29 %).
  2. Motor (27 %).
  3. Pinchazos (16 %).
  4. Sistema eléctrico (9 %).
  5. Sistemas de transmisión (6 %).
  6. Sistema de alimentación (4 %).
  7. Frenos (3 %).
  8. Sistemas de refrigeración (3 %).
  9. Manguitos del aceite (2 %).
  10. Aire acondicionado (1 %).

 

Hay que tener en cuenta que no hacer la revisión del coche conveniente aumenta en un 50 % las probabilidades de sufrir una avería. Por ello es fundamental que sigamos los plazos dados por el fabricante del vehículo para las correspondientes revisiones, así como que pasemos la ITV cuando nos corresponda. En el caso de esta última, no solo por prevenir o detectar futuros problemas sino porque nos enfrentamos a una multa de 200 euros en caso de tenerla caducada.

En cualquier caso, antes de ponernos en marcha estas vacaciones, y aunque hayamos pasado la revisión correspondiente, es muy importante que comprobemos personalmente algunos aspectos de nuestro vehículo:

Neumáticos

Se puede saber el estado de nuestros neumáticos con un simple vistazo y la ayuda de un manómetro. Para ello deberemos fijarnos primero en la cubierta de la goma, prestando especial atención al desgaste, tanto en el centro, como en la banda de rodadura. También hay que revisar la profundidad del dibujo, que no debe ser inferior a 1,6 mm, y si hay algún tipo de irregularidad o desperfecto, como cortes, grietas y deformaciones.

En cuanto a la presión de las ruedas, deberemos comprobar que se encuentra en los valores indicados por el fabricante en función de cómo vaya de cargado el coche. Esta medición deberá hacerse siempre con los neumáticos fríos. Muchos manómetros de gasolineras pueden tener fugas en las mangueras o no estar convenientemente calibrados, por lo que es recomendarlo hacerlo con uno de calidad que llevemos en nuestro coche. En el mercado los hay por menos de 20 euros.

En cualquier caso, independientemente de la comprobación visual que hagamos, hay que tener en cuenta que los neumáticos hay que cambiarlos aproximadamente cada 50.000 km y que antes de ponernos en marcha es muy importante también comprobar que la rueda de repuesto se encuentra correctamente. Como dato relacionado, seis de cada diez conductores no cambian sus neumáticos cuando corresponde.

 

Este verano no te quedes tirado en la carretera

 

Líquidos

Para que nuestro coche funcione correctamente es necesario que los líquidos de frenos, aceite, dirección, refrigerante y limpiaparabrisas tengan unos niveles correctos.

 

 

Frenos

El líquido de frenos es vital para nuestra seguridad. A la hora de parar el coche intervienen multitud de piezas como las pastillas, las pinzas de freno, los latiguillos o el pedal del freno y el líquido de frenos es lo que hace que todas estas funcionen correctamente.

Normalmente si falta líquido de frenos se enciende un piloto en el salpicadero, pero también podemos comprobar su nivel abriendo el capó y buscando un depósito blanco con un tapón negro. Si vemos que falta podemos rellenarlo nosotros, pero lo más conveniente es ir a un taller especializado, ya que, si hay una fuga, además de repararla, deberán purgarnos los frenos para que no haya aire en el conducto. Deberemos cambiar el líquido cada dos años aproximadamente, el coste suele ser de unos 50 euros más mano de obra.

 

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Líquido de frenos

Aceite

El aceite es uno de los líquidos más fáciles de revisar y rellenar en nuestro vehículo. Para medirlo correctamente el vehículo debe estar en terreno horizontal, parado y con el motor en frío. Con el capó abierto y bien fijado, se busca la varilla (normalmente de un color chillón) y se saca, se limpia con un trapo o papel fijándonos en las dos muescas que tiene de niveles mínimo y máximo y se introduce de nuevo hasta el tope. Una vez hecho esto, se vuelve a extraer y se comprueba que la mancha de aceite esté entre las dos muescas. Lo normal es que cambiemos el aceite cada 15.000 ó 20.000 kilómetros o cada año. En cuanto al precio, aunque depende del aceite empleado y del modelo de coche, suele estar entre 50 y 90 euros.

 

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Revisión nivel del aceite

 

Refrigerante/anticongelante

El líquido refrigerante o anticongelante es muy importante en invierno, porque tiene la función de evitar que se congele el agua del radiador por las bajas temperaturas. Pero en verano lo es incluso más, ya que su misión es la de refrigerar el motor y controlar su temperatura evitando su sobrecalentamiento, especialmente los días de más calor. Comprobar su nivel es muy sencillo. De nuevo, en una superficie plana y con el motor frío, buscamos el depósito, que debería ser semitransparente, con unas marcas de mínimo y máximo y comprobamos que el nivel se encuentra entre estas marcas. Si falta y decidimos rellenarlo nosotros mismos, hay que tener en cuenta que deberemos utilizar el mismo que pusimos en su momento y que no hay que mezclarlo con otro diferente, ya que cada uno tiene su propia composición. Se deberá sustituir por completo cada dos años o 30.000 kilómetros aproximadamente. El coste es de unos 50 euros.

 

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Tapón del recipiente líquido de refrigerante

 

Dirección

El líquido de la dirección, fundamental para que las ruedas respondan al giro del volante, se comprueba parecido al aceite. La diferencia es que esta medición se hace con el motor caliente. El depósito tiene un dibujo de un volante en un tapón. El procedimiento es igual: se saca la varilla, se limpia, se vuelve a introducir y se comprueba que el nivel se encuentre entre el mínimo y el máximo. Se cambia cada 100.000 kilómetros aproximadamente, pero si huele a quemado, o nos cuesta más girar el volante, o al hacerlo se oyen ruidos, es señal de que deberemos cambiarlo inmediatamente.

 

Limpiaparabrisas

Antes de emprender un viaje es muy importante también revisar que el limpiaparabrisas funciona correctamente y que no falta líquido. Nunca se sabe qué puede acabar en nuestra luna delantera que nos impida la visión, así que basta con buscar el depósito, que suele ser de color blanco y tiene un símbolo de limpiaparabrisas en el tapón, y rellenarlo con un producto de calidad que podemos comprar en cualquier tienda o taller. Y ya de paso, también es conveniente limpiar las escobillas con el mismo líquido y una bayeta.

 

Líquido limpiaparabrisas

 

Gasolina

Deberemos asegurarnos de que llevamos suficiente para llegar a nuestro destino o a la siguiente gasolinera, incluyendo posibles atascos y retrasos. No se debe apurar al límite el depósito antes de repostar, porque ponemos en peligro la bomba de combustible, que tendrá que trabajar más para absorberlo, y los sistemas de inyección, ya que en el fondo del depósito se pueden acumular sedimentos que entrarán en el sistema. Y mucho ojo con despistarnos al echarla y poner diésel en lugar de gasolina, o viceversa. Aunque parezca mentira, en la operación salida, es cuando hay más casos de equivocación a la hora de echar combustible, de todo el año.

 

Aire Acondicionado

Aquí hay dos elementos diferentes, por un lado, el filtro y por otro el líquido o gas del aire acondicionado. El primero deberemos cambiarlo cada año para que funcione en perfectas condiciones. Cambiarlo no debería pasar de los 10 euros.

En cuanto al gas del aire acondicionado es complicado saber cada cuanto hay que cambiarlo. Depende del uso que se le dé y de la zona en la que se viva, pero lo normal es cambiarlo entre los 2 y los 4 añosSu costeuno70 euros. La recomendación es aprovechar el cambio del filtro para que nos revisen la carga del gas. Y otro consejo, por mucho calor que haga, no es conveniente forzar el aire acondicionado poniéndolo a tope nada más entrar en el coche sino dejar que vaya enfriando el interior del vehículo de forma gradual.

 

Batería

 Se trata del componente que más problemas dará en la operación salida y por el que más conductores se quedarán tirados. Normalmente es complicado detectar fallos en la batería antes de que estos se produzcan, por lo que una revisión del coche en un taller especializado es lo más conveniente para que nos la comprueben. Aun así, podemos comprobar que los bornes no estén sulfatados u oxidados y que los cables se encuentran perfectamente sujetos, porque se pueden soltar por las vibraciones.

 

Luces

 Ya que nos hemos puesto a revisar el coche, no cuesta nada revisar las seis luces que tenemos en el sistema de alumbrado de nuestro vehículo (cruce, carretera, posición, antiniebla, marcha atrás e intermitentes). Antes de viajar merece la pena comprobar que funcionan correctamente para evitar cualquier tipo de percance. Por no hablar de la posible multa de 200 euros por llevar una fundida.

 

Sistemas de señalización y seguridad

 Y en prevención de percance, hay que asegurarse antes de ponerse en marcha que tenemos los triángulos de emergencia, así como chalecos reflectantes para todos los pasajeros y nuestra póliza de seguros en regla. A la hora de contratar una es importante que nos fijemos en qué es lo que nos cubre: grúa en todo el territorio nacional, posibilidad de darnos un coche de sustitución para nuestras vacaciones o, al menos, para llegar a destino…

Por cierto, no llevar triángulos o no señalar correctamente nuestro vehículo en caso de parada por avería*, además del peligro que conlleva, supone una multa de 200 euros, a la que habrá que añadir otros 200 en caso de que todos los pasajeros no lleven el chaleco reflectante.

 

 

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Autor: Luis Miguel Dominguez

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