Prueba Mitsubishi Outlander PHEV. Líder en lo suyo

El Mitsubishi Outlander tiene en la segunda generación de su versión hibrida enchufable una opción muy interesante, pionera en eso de poder moverse sin contaminar en ciudad, ahora que las limitaciones se han hecho más estrictas

El Mitsubisho Outlander PHEV, para esta nueva generación incorpora un nuevo motor térmico con más potencia, con la posibilidad de disfrutar de un sistema de tracción integral, aunque a condición de que dispongamos de la energía eléctrica necesaria en las baterías, ya que el sistema actúa sobre un motor eléctrico en el eje posterior. El motor térmico es nuevo, ahora con 2,4 litros y 135 CV de potencia. Utiliza en mismo propulsor eléctrico sobre el eje delantero, con 82 CV, y renueva el posterior, que ahora proporciona 95 CV. En total disponemos para momentos puntuales de 230 CV. La autonomía con las baterías, de mayor capacidad, sube hasta los 54 km.

También ha recibido algunos cambios estéticos, con nuevos paragolpes, parilla y diseño de faros y molduras. En el interior cambia la instrumentación y los asientos, que en esta versión iban tapizados en piel de muy buena calidad y mejor aspecto. Uno de los apartados en los que más se ha trabajado ha sido en la rumorosidad. Los resultados son muy convincentes ya que el ruido, incuso cuando vamos con el motor térmico, es muy bajo, con lo que el confort de marcha es elevado, participando tambien de forma muy eficaz las suspensiones.

El Mitsubishi Outlander PHEV mejora también la dotación de sistemas de seguridad y se ayuda con un comportamiento de primer nivel en todo tipo de trazados. Tiene una buena reserva de aceleración, gracias al enorme par de los dos motores eléctricos, aunque en terrenos virados se nota bastante las inercias derivadas de sus 1.600 kg de peso.

Aprender un tipo de conducción diferente

No nos referimos a que su  calidad de guiado o estabilidad sean deficientes. Nos referimos a que la forma de manejo presenta muchas posibilidades, combinando la motorización térmica y el conjunto eléctrico, ya que dentro de este último, las multiples posibilidades de trabajar en la recuperación de energía y en el sistema de retención nos obligan a  conocer profundamente cómo funciona el sistema, si lo que pretendemos es sacarle el mayor partido.

Para ello, el Mitsubishi Outlander PHEV pone a nuestra disposición un sistema de levas que nos permite sustituir en algunos casos al sistema de frenos, sobre todo en los primeras fases de la frenada. Es muy útil para ciudad, ya que no cargamos al cien por cien la responsabilidad de reducir la velocidad al sistema de frenada y al mismo tiempo, recuperamos algo de energía que pasa directamente a las baterías, añadiendo algunos metros extra a la autonomía. Hay que mencionar que cuando más energía se recupera es en las frenadas convencionales.

El sistema nos ofrece la posibilidad de movernos exclusivamente con la carga de las baterías, esto es, como un vehículo eléctrico puto. La marca anuncia 54 km, pero eso es en las mejores condiciones. La realidad es que después de una noche de recarga en un enchufe doméstico, solo hemos podido recorrer en el mejor de los casos hasta 45 km. Y eso cuidando siempre la conducción. Cuando las baterías se descargan, el Mitsubishi Outlander PHEV se comporta como un eficaz modelo hibrido. La batería se va recargando y cada cierto tiempo nos movemos únicamente con el aporte energético de las baterías.

Con todo y eso, en un viaje largo realizado por carretera, no hemos podido bajar de los 8,5 litros de consumo, y eso a cruceros tranquilos. No hay más. Movernos con 1,6 toneladas y con el propulsor de 2,3 litros seguramente precisaría un mayor aporte de gasolina si no tuviera la componente híbrida, superando la cifra conseguida.

La realidad nos indica que el Mitsubishi Outlander está pensado, o recomendado, para desplazamiento en la mayoría de los casos aprovechando la recarga nocturna de las baterías, con la ayuda del motor térmico sólo si recorremos más kilómetros al día que la autonomía  eléctrica disponible. En ciudad la eficiencia es mayor, pero como decimos, tenemos que pensar que en carretera el consumo eléctrico sube bastante, y lo confirmamos, aunque viajemos con cierta tranquilidad.

El Mitsubishi Outlander es por lo tanto un vehículo muy bien resuelto, cómodo, seguro, con mucho aplomo en carreteras de amplios trazados y muy agradable de conducir. Con el sistema PHEV nos permite un coste en energía reducido y cuando se agotan las baterías, disfrutamos de un vehículo con mucha capacidad de andar, aunque tengamos que hacer algún que otro sacrifico económico. A su precio, por lo menos en el momento de la realización de la prueba, se aplicaba un descuento de alrededor de 9.000 euros.

 

Ficha Técnica

Motor

Nº Cilindros: 4 en línea

Cilindrada: 2.360 cm3

Tipo de combustible: Gasolina

Potencia: 135 CV a 4.500 rpm

Par máximo: 211 Nm a 4.500 rpm

Motores eléctricos de 82 y 95 CV

Cambio: Automática CVT

Neumáticos: 225/55 R 18

Carrocería

Nº de plazas: 5

Peso en vacío: 1.602 kg

Depósito de combustible: 45 litros

Largo/Ancho/Alto: 4.695/1.800/1.710  mm

Vía delantera/trasera: 1.540/1.540 mm

Distancia entre ejes: 2.670 mm

Capacidad del maletero: 498 dm3

Prestaciones

Velocidad máxima: 170 km/h

Aceleración de 0 a 100 km/h: 10,5 s

Consumos Urbano/Extraurbano/Mixto: –/–/1,8 l/100 km

Emisiones: 40 gr CO2/km

PRECIO: 51.300  euros

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Francis

Autor: Francis

Periodista especializado en temas del motor. Novedades, tecnología, seguridad vial y pruebas de nuevos modelos.

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