Honda ya tuvo algunos escarceos en esta categoría, que por cierto no se saldaron con demasiado éxito. Tanto el Insight, que ya anda por su tercera generación, como el CR-V, dejaron de ofrecerse en Europa por su escasa difusión.
Con el Honda CR-V Hybrid, la marca japonesa pretende regresar al mercado europeo de los coches híbridos, un mercado en el que la excelencia y la competitividad se muestran en valores máximos.
Para ello la marca ha desarrollado un sistema híbrido de primer nivel, que a diferencia de otros, puede utilizar el motor térmico como generador de corriente exclusivamente, empleando el par producido para recargar las baterías.
La electricidad ayuda
En modo eléctrico puro no se pueden recorrer grandes distancias. Es necesario el aporte de energía del motor térmico. Con las baterías totalmente cargadas y en modo EV se podrían recorrer únicamente 2 kilómetros. Lo más habitual por lo tanto es que circulemos en modo híbrido, con lo que en ciudad el funcionamiento es súper suave, ya que el motor térmico actúa a través de un generador de corriente y es el motor eléctrico el único que propulsa al vehículo.
Ya en carretera, en donde las necesidades de energía son mayores ya que simplemente nos movemos a mayor velocidad, el motor térmico es el que toma las riendas del movimiento, redirigiendo la energía sobrante -podríamos decirlo así- hacia las baterías para irlas así recargando. Todos estos elementos técnicos se completan o ayudan mediante un sistema muy sofisticado de regeneración de energía eléctrica, que incluyen dos levas para ayudarnos a frenar el vehículo y así aprovechar la energía cinética para la recarga y conservar al mismo tiempo los frenos.
Puestos en movimiento, y después de algún tiempo al volante, hemos sacado interesantes conclusiones. Es sin duda el mejor híbrido que hemos probado, aventajando a los de Toyota tanto en agrado de conducción como en eficiencia total, ya que hemos conseguido un consumo total de 6,2-6,4 litros, lo que está muy bien para un vehículo de más de 1.600 kg de peso y la envergadura del CR-V. Además hay que mencionar que este consumo se puede reducir algo incluso si nos movemos mucho por ciudad.
Con la elección de programas EV, ECON o Sport, podemos adaptar en funcionamiento a necesidades más o menos eficientes ya que entre los programas ECON y Sport las posibilidades de regeneración son muy diferentes aunque la realidad es que notamos quizás en exceso una disminución de la potencia disponible en la modalidad máxima de ahorro energético, por lo que casi solo la recomendamos para ciudad y para viajes por terreno despejado sin muchas necesidades de cambios de ritmo.
La verdad es que tomamos inicialmente al nuevo Honda CR-V Hybrid con algunas reservas. No podemos decir que seamos seguidores convencidos de los modelos híbridos. Pensamos que en estos momentos un vehículo hibrido de gasolina y gas seguramente es más recomendable. Es tecnológicamente menos complicado y se consigue un ahorro energético superior al que ofrecen en la actualidad los coches híbridos de gasolina y electricidad. Sin embargo el Honda, con toda su complejidad técnica, ha pasado la prueba son buenas notas, aunque hay un tipo de recorridos que creemos se le atragantan.
Muy bien en ciudad y en los recorridos diarios. Mejor en autovía sin excesivas complicaciones, aunque conseguir la velocidad de crucero sea un poco frustrante. Por último, resulta regular cuando nos movemos en zonas en las que debemos alternar aceleraciones con frenadas. Estamos diciendo cuando circulamos en carreteras con puertos de montaña, aunque necesariamente no intentemos una conducción deportiva precisamente para la que el CR-V Hybrid no está nada preparado.
Pensábamos mientras conducíamos el Honda CR-V Hybrid en el conjunto hibrido de Toyota, con su cambio CVT. Pero el funcionamiento del Honda en ese tipo de trazado es similar. Es cierto que va mejor aislado. Es cierto que el sencillo cambio de marchas quizás se adapta un poco mejor a estos terrenos, ayudado también por sus buenas cifras de potencia, pero en esas carreteras que mezclan curvas cerradas, subidas o simplemente muchos cambios de ritmo, la verdad de es que el CR-V no nos muestra su mejor cara.
Por otro lado nada que objetar al resto del vehículo. Bien estéticamente, buena calidad, equipamiento completo, facilidad de conducción y un interior con una excelente habitabilidad a todos los niveles.
El Honda CR-V Hybrid es un vehículo avanzado, sin las carencias de los anteriores productos de la marca, con una excelente eficiencia, que se muestra en unos consumos más que correctos y una tecnología de primer nivel. Un SUV para todos los días. Suave, confortable y muy bien pensado en términos generales, que resulta un poco complicado de entender al principio, pero en el que si nos esmeramos y ponemos atención mientras conducimos, podremos encontrar casi todo lo que en teoría un hibrido nos ofrece.
Ficha Técnica
Motor
Nº Cilindros: 4 en línea
Cilindrada: 1.993 cm3
Tipo de combustible: Gasolina
Potencia: 145 CV a 6.200 rpm
Par máximo: 175 Nm a 4.000 rpm
Motor eléctrico Potencia: 184 CV
Cambio: Automático de 1 relación
Neumáticos: 235/60 R 18
Carrocería
Nº de plazas: 5
Peso en vacío: 1.614 kg
Depósito de combustible: 57 litros
Largo/Ancho/Alto: 4.600/1.855/1.679 mm
Vía delantera/trasera: 1.601/1.630 mm
Distancia entre ejes: 2.663 mm
Capacidad del maletero: 497 dm3
Prestaciones
Velocidad máxima: 180 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 8,8 s
Consumos Urbano/Extraurbano/Mixto: 5,0/5,4/5,3 l/100 km
Emisiones: 120 gr CO2/km
PRECIO: 34.200 euros