Restaurante LA POSTAL en Segovia, un tren de sensaciones

Zamarramala es ahora un barrio de la inigualable Segovia. Hasta la década de los 70 del pasado siglo fue un municipio, con ayuntamiento propio. Para muchos de los estudiantes que hoy peinamos canas Zamarramala estuvo especialmente reconocido debido a sus tradiciones ancestrales: ” Un pueblo en el que mandan las mujeres una vez al año” ¡Qué noticia! para entonces. 

 

 Restaurante la postal

 

Un día año, el domingo siguiente al 5 de febrero, se celebra la fiesta de las Águedas que rememora desde entonces la importancia de la mujer en la sociedad. Sí, parece mentira que Zamarramala, ya reconociese desde el lejano año de 1227, el valor del mal llamado sexo débil y, sobre todo, su aprobación social, aunque fuese una vez… al año. 

 

En ese señalado día las mujeres, con sus alcaldesas, son las que mandan en el pueblo. La tradición señala que las antiguas zamarriegas ayudaron de forma determinante a conquistar el Alcázar de Segovia tomado por las tropas sarracenas y donde el hombre, al parecer, no salió del todo bien parado. Hoy, la fiesta está declarada de interés turístico nacional.

 

Segovia tiene una virtud: congelar el presente para que sus visitantes se introduzcan en el túnel del tiempo con total nitidez. Pero Segovia también son sus gentes, su desarrollo milenario intelectual, sus ganas de vivir, disfrutar y de…comer.

 

La Postal, un referente en Zamarramala

 

Cuando uno se sienta a la mesa en un restaurante y mira su entorno próximo, la amigable compañía y, sí al levantar la vista se encuentra con un mirador panorámico que le procura una imagen espectacular, la suerte, de antemano, está echada. Esta suerte la disfrutamos al degustar un almuerzo en el restaurante La Postal ubicado, precisamente, en Zamarramala. 

 

En menos de cinco minutos desde el acueducto llegamos a su entrada, situada en el actual barrio de Segovia. 

La primera y grata sensación es la de encontrarnos en un espacio libre, donde el coche sigue convirtiéndose en amigo y no en un estorbo al poder aparcarlo con cariño y sin pasar por la “taquilla” que persigue al automovilista de forma sempiterna.

 

La segunda no fue sensación, sino una sorpresa al encontrarnos con un vagón de tren, en excelente estado, varado en unos raíles enclavados y que no conducen a ninguna parte y ¡ni falta que hace!  Dándole amparo, la reproducción de un andén que luce todo su esplendor del pasado siglo. No le falta detalle.

 

¿Pero qué hace aquí? Es evidente que es producto del entusiasmo de su propietario hacia el material ferroviario, sin embargo, tiene un claro objetivo: satisfacer a los comensales del restaurante de una forma muy especial. Además constituye el homenaje a Antonio Machado que, desde estas latitudes, quedó prendado de las vistas sobre Segovia y se inspiró para escribir algunos de los poemas destinados a su gran amada Guiomar.  Hasta 54 comensales pueden disfrutar de una experiencia muy especial en un vagón llamado “Antonio Machado” en el que se detiene el tiempo y el traqueteo de la vida.

 

La Postal, es mucho más. Amplios salones, capaces para más de 200 personas, jardín dotado de una amplia carpa para eventos y un acogedor bar para degustar suculentas tapas y raciones.

 

Pero la verdadera “máquina del  singular tren” es su cocina. La reciente incorporación de Joni Barroso como nuevo chef ha supuesto un punto de inflexión.

 

Joni, segoviano de nacimiento, se formó en la Escuela de Hostelería de la ciudad castellana y de ahí pasó a trabajar en los mejores fogones nacionales. Tras su paso por el Amparo, llegó a ese templo de la cocina bien hecha que es el restaurante Echaurren en Ezcaray (La Rioja) con la familia Paniego. Francis, el hijo de la gran Marisa, le llevó de segundo de abordo para las cocinas de las bodegas Marqués de Riscal, en  El Ciego. Como cúmulo de experiencias ha cocinado en los restaurantes Villena y Montia, cada uno con una estrella Michelin.

 

Ahora, en La Postal, Joni Barroso ha desarrollado, junto a su equipo, su  impronta culinaria apostando por unificar la cocina tradicional tan arraigada en la zona con la más vanguardista manteniendo un equilibrio digno de resaltar.

 

Entre sus platos destacan el huevo a baja temperatura con brandada de bacalao y alcachofa crujiente ¡Excelso! El bacalao gratinado con alí-olí de ajo negro y crema de piquillos. Dos experiencia en boca únicas; pero el arte no acaba aquí si puedes degustar el capón en pepitoria con cigalas y boniato.

 

Los productos propios de la tierra como los judiones, el cordero de Sacramenia, el cochinillo, que tanta fama ha dado a Segovia, son placeres al paladar tan bien resueltos en la casa  como en los mejores restaurantes de la zona. La Postal se ubica  se sitúa al norte de la Sierra de Guadarrama, entre los ríos  Eresma y Clamores y es un verdadero clamor sus platos, vistas, atención y  adecuado precio.

 

www.restaurantelapostal.com

 

 

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Iñaki de Lucas

Autor: Iñaki de Lucas

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