Dentro de los los millones de coches fabricados por el sector del automóvil, pocos, muy pocos, han conseguido el reconocimiento unánime de convertirse en leyenda.
Unos por transformar la sociedad como sucedió con el Ford T o VW Beatle y otros por sus especiales características que han aportado; Mini, Porsche 911, Mazda MX-5… o nuestro protagonista: el Ford Mustang. La primera generación del vehículo americano data de 1964. Desde entonces ha cautivado por su espectacular línea y prestaciones. En su día fue un modelo pensado para satisfacer al peculiar mercado de EEUU y que llegó a España con cuentagotas para disfrute de unos pocos privilegiados. Ahora, en su sexta generación, las circunstancias han cambiado radicalmente y ha aterrizado en el mercado Europeo con aires de conquista.
Carrocería: pura magia
El nuevo Ford Mustang conserva toda la esencia mágica de su carrocería primigenia. Su gran longitud (4,784 m) ocupada en su mayoría por el enorme capó y la contundencia de sus líneas son un reclamo para la vista y…la admiración del viandante ¿Cuántos fotos y selfie hemos provocado durante los días de prueba?
El frontal de Ford Mustang incorpora una generosa parrilla que manda sobre unos reducidos faros (LED) en un equilibrio perfecto y con guiño al pasado. Otro tanto le sucede a la zaga. Sus ópticas verticales, agrupadas de tres en tres, el generoso “logo” y su doble escape, le imprimen el carácter deportivo de un verdadero GT. Asimismo, la vista lateral del Ford Mustang resulta imponente por la rotundidad del diseño. Es el perfecto “Muscle cars”, como definen en América a los vehículos musculosos y deportivos impulsados por motores muy potentes como el Chevrolet Camaro, Dodge Charger, Pontiac Firebird… Una imagen que en Europa está asociada a las películas, a las interminables rectas y al consumo de octanos desmesurados.
Disfrutando
La sensación de sentarse al volante en un vehículo nuevo suele ser para la mayoría de los mortales placentera. En nuestro caso, con algunos “miles” de acomodos, resulta manida; pero al introducirnos en el Ford Mustang, el “olfato” y los datos previos adquiridos nos hacen presagiar un experiencia muy especial. Ubicados en el “despacho” de forma confortable iniciamos la “Check list”. No es que estuviésemos frente al panel de instrumentos de un avión; pero sí el Ford Mustang nos invita a unos minutos de conocimiento previos antes de pulsar el botón de arranque.
Lo primero que llama la atención del interior del Ford Mustang son los cuatro interruptores alineados con la puesta en marcha. Se trata de los distintos sistemas de conducción que el Ford Mustang nos permite. Con sólo un leve movimiento del dedo el Ford Mustang nos invita a elegir entre la conducción Normal, Sport+, Circuito o Lluvia y Nieve. La tecnología aplicada trabaja sobre la dirección, acelerador y el control de tracción con el fin de lograr la mejor respuesta. Desde luego que no se trata de un recurso de marketing, el comportamiento varía radicalmente y, si queremos rizar el rizo, también su electrónica guarda sensaciones extremas para salir lanzados con el motor al límite de revoluciones tras soltar el embrague, lo dicho, tipo “peli” americana.
Pero la historia no acaba aquí, también se puede dar la nota bloqueando el eje delantero y quemar las gomas posteriores con humareda incluida. Lo cierto es que ambas posibilidades, bajo nuestro humilde entender, son recursos extremos que en muy pocas ocasiones – por razones obvias- utilizaremos. Por el contrario, el nuevo Ford Mustang permite una conducción sosegada, diaria y adecuada a la normativa.
Pero volvamos al interior del habitáculo…
El Ford Mustang está concebido como un cuatro plazas de dos puertas. Las delanteras, muy ergonómicas – hay opción de asientos Recaro – te envuelven en la atmósfera deportiva al instante. Por su parte, las plazas traseras están destinadas los más jóvenes. El maletero con 408 litros cumple, sin más. El tablero de instrumentos, muy vertical, juega con el diseño retro y actual. Conjuga los instrumentos tradicionales mediante dos esferas con una pantalla de 8¨ que nos invita a navegar por el sistema Ford SYNC 2 que incluye comandos de voz que, a su vez, nos permiten la gestión de un buen número de parámetros. Los materiales escogidos son de buena calidad y acordes con los gustos europeos, ya se sabe que en los EEUU están más acostumbrados al usar y tirar…
El conductor se adapta pronto a su puesto. El volante del Ford Mustang es de tres radios y numerosos mandos tiene reminiscencias a las versiones anteriores. Es agradable al tacto y de ligero grosor. La palanca de cambio manual de seis velocidades está bien ubicada (existe la opción automática) y es una gozada de manejar. Recorridos cortos y precisos que ayudan a sacar el máximo rendimiento a la mecánica.
Una vez en marcha y con las ventanillas bajadas notamos un moderado rugido del motor, el preludio de una sinfonía bien orquestada y que toma cuerpo cuando jugamos con el cuentavueltas. Nos sorprende su “amabilidad” para circular convencionalmente. Sí no fuera por que sus 5.0 litros (ver cifras anexas) exigen ser alimentados nadie diría que estamos ante un verdadero caballo de carreras. En ciudad, una vez acostumbrados a sus cotas y a la visión de su largo capó – desde que probamos un Excalibur no habíamos notado una sensación similar (la verdad que bastante inferior) – circula sin dificultades. Pero lo dicho anteriormente, su verdadera “pradera” son las vías rápidas. Desde las los 2.000 primeras vueltas hasta las 7.000 rpm todo es alegría.
El buen trabajo de las suspensiones conjuga a la perfección la seguridad con el confort. En las zonas reviradas, a pesar de la larga batalla, se comporta con agilidad y aplomo. El sistema de frenada, encargado a un equipo de pinzas y discos Brembo, es el complemento perfecto para sujetar las “riendas” de un noble vehículo que nos ha llenado de satisfacción.
La guinda final la pone el precio: el Ford Mustang vale 46.950 euros, una tentación ¿no?
Ficha Técnica
Motor 5.0l.
Nº Cilindros: 8 en V
Cilindrada: 4.951 cm3
Tipo de combustible: Gasolina
Potencia: 418 CV a 4.250 rpm
Cambio: Manual 6V
Neumáticos : Delanteros 255/40 R19 – Traseros 275/40 R19
Carrocería
Nº de plazas: 4 (2+2)
Peso en vacío: 1.720 kg
Depósito de combustible: 61 litros
Largo/Ancho/Alto: 4.784 / 1.916 / 1.381 mm
Vía delantera/trasera: 1582 – 1655
Distancia entre ejes: 2.720 mm
Capacidad del maletero: 408 dm3
Prestaciones
Velocidad máxima: 250 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 4,8 s
Consumos Urbano/Extraurbano/Mixto: 20 / 9,6 / 13,5 l/100 km
Emisiones: 300 gr CO2/km
PRECIO: 46.950 euros