La marca del toro ha sorprendido en Ginebra, exponiendo un concept car de características colosales. Con su carrocería abierta el Aventador J se anuncia como un vehículo de un dinamismo explosivo.
Realizado en fibra de carbono y con otros materiales de nueva implantación en un vehículo que no es de exclusiva utilización en pista, como dicen los responsables de la marca, el Aventador J es un vehículo radicalmente abierto. Por ello se habla de que su conducción marca para siempre a piloto y copiloto. Como vemos no se habla para nada de simples pasajeros.
Hasta el nombre habla de deportividad, al referirse al anexo “J” del reglamento técnico de la Fia, que describe los vehículos de competición en sus diferentes categorías. Sólo se ha empleado una vez, para definir una exclusiva versión del famoso Lamborghini Miura, allá por 1970.
El Aventador J se basa en el Aventador, un vehículo presentado en 2011, ya avanzado y explosivo gracias a su estructura de fibras y polímeros y a su motor V12 de 6,5 litros y nada manos que 700 CV de potencia. Sin embargo tiene un diseño especialmente modificado para proporcionarle la mayor personalidad.
El Aventador J mide nada menos que 4,89 m, con una altura de sólo 1,11 m. Las puertas se abren hacia arriba y destaca por sus elementos aerodinámicos y estéticos de la carrocería. Sólo las imágenes lo definen en su plena intensidad. Lleva llantas de 20 y 21 pulgadas con inserciones de fibra de carbono para aumentan el efecto “ventilador” para la ventilación optima de los frenos. La definición del interior es escueta, austera, incluso ruda, ya que ha sido desprovista de cualquier sistema electrónico de comunicaciones, entretenimiento o guía, en un intento de dejar bien sentado que estamos ante un vehículo único, deportivo y ciertamente exclusivo, ya que al finalizar el Salon pasará al garaje de un comprador: el futuro y todavía desconocido propietario del J. Lamborghini Aventador.
