Gama SUV de Hyundai: preparados para la nieve

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Los 4×4 de Hyundai ofrecen una amplia gama de dispositivos electrónicos de asistencia para que los usuarios más aventureros puedan disfrutar con todas las garantías de una conducción off-road segura y dinámica, incluso en las condiciones más extremas, como barro, hielo o nieve.

Este buen comportamiento en terrenos de baja adherencia se debe al sistema de transmisión a las cuatro ruedas y a algunas tecnologías como el control electrónico de estabilidad o el sistema de gestión de la estabilidad del vehículo, dos innovaciones que no son exclusivas de los modelos del segmento SUV, sino que podemos encontrarlos en otros modelos de la gama. El control electrónico de estabilidad (ESC) estabiliza el vehículo en curvas, ya que si detecta que el coche no sigue la trayectoria marcada por el conductor con el volante, bien por sobreviraje o por subviraje, el sistema frena cada rueda de manera individual para mantener la trayectoria deseada. Por su parte, el sistema de gestión de la estabilidad del vehículo (VSM), asegura que el vehículo se mantenga estable cuando se acelera o se frena de manera brusca en carreteras de baja adherencia, como en agua o en pistas resbaladizas.

La gama SUV de Hyundai, compuesta por los modelos Tucson, Santa Fe y Grand Santa Fe, cuenta además con un sistema de tracción avanzada de control en curva (ATCC), que incrementa la seguridad y el rendimiento en el paso por curva dirigiendo par a las ruedas que tienen mayor agarre. También muy importante es el sistema de control de tracción (TCS), que monitoriza constantemente la aceleración de cada rueda y las condiciones de la superficie por la que se rueda. Si detecta que el balance no es equilibrado, ajusta el acelerador hasta igualarlo con la tracción.

Estos tres modelos están disponibles en versión 4×4 para mejorar la tracción en terrenos deslizantes y condiciones de baja adherencia. El Tucson 4×4 dispone de tracción total con gestión electrónica del reparto de tracción y TCS. En el caso de que las ruedas delanteras no tengan suficiente tracción para asumir el total de la potencia, el sistema envía parte del par al eje trasero para mejorar la motricidad. Esto es especialmente útil en zonas muy resbaladizas por la presencia de agua, hielo, barro o nieve, tanto en pistas como en carretera.

Este todocamino también dispone de un bloqueo de diferencial central que hace que el par se reparta al 50% en ambos ejes, lo que favorece una conducción mucho más rutera, sobre todo en terrenos especialmente complicados. Además, cuenta con un control de descensos que permite tener un mayor control a la hora de bajar pendientes pronunciadas.

Por su parte, el Santa Fe y el Grand Santa Fe ofrecen un sobresaliente rendimiento off-road gracias al control electrónico de estabilidad (ESC) y al sistema de estabilidad dinámica del vehículo (VSM), que devuelve la maniobrabilidad al volante cuando detecta que el vehículo se encuentra patinando. Estos dispositivos se complementan con el sistema de control de tracción (TCS) para que el agarre sea óptimo en cualquier circunstancia. Al igual que el Tucson, equipa un avanzado control de descensos.

Fuente de la noticia: Hyunday.

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Redacción

Autor: Redacción

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