El nuevo Audi TT se ha mirado mucho en el estilo de la primera generación, desarrollando un diseño que nos parece lo mejor del modelo.
El diseño, la línea, su aspecto, son quizás lo más importante en este tipo de vehículos. Sus buenas prestaciones se les suponen. Deben entrar por los ojos. Deben seducir. Esto es lo que ha tratado de hacer en primer lugar la tercera generación del Auti TT, que ha tomado un poco por la calle de en medio.
Se apoya en el estilo de la segunda generación, pero mirando en algunos aspectos a la primera, en un intento de recuperar antiguos seguidores. Creemos que tiene mucho andado y que en este sentido el éxito está asegurado.
El interior del Audi TT es también digno de un vehículo de sus características, pero también de la marca. Imaginación es quizás lo que mejor define su interior. Sobre todo lo que tiene que ver con la instrumentación, que deja de ser analógica para convertirse en completamente virtual, representando en una pantalla frente al conductor, toda la información habitual y de una forma personalizable.
El resto es digno de un súper deportivo. 2+2 plazas, con unos asientos posteriores que se pueden utilizar si los pasajeros de los asientos delanteros no son muy altos y, por supuesto, los de las plazas posteriores tampoco. Asientos con tapicería de piel en tono crudo con pespuntes especiales le proporcionan una atmosfera interior impresionante. Su maletero es bastante correcto, pero eliminado las plazas traseras se vuelve incluso generoso. Por último, los acabados de primer nivel completan un coche que desde luego no podemos decir que no nos haga volver la vista a su paso.
Motor Diésel, para qué.
La unidad de pruebas era la única versión que se anima por un motor diésel. Es cierto que va muy bien, corre, tiene una especial y agradable patada, es elástico y sobre todo, consume muy poco ya que en el total de la prueba se quedó fijo en los 5,1 litros. Pero la pregunta que nos hacemos: ¿merece la pena?. Pensamos que no. No se trata de amortizar un coche que se busca principalmente porque cumple con otras premisas y argumentos. Y dentro de todos ellos, seguramente el tema de consumo de combustible es el menos importante. No le vamos a hacer muchos kilómetros al año, es lo normal. Y ese tiempo que estemos al volante buscamos más sensaciones, esas que precisamente no nos proporciona completamente un motor diésel, teniendo hermanos con un motor de 230 CV y la caja de cambios S tronic, que es el conjunto que mejor define la versión ideal creemos del nuevo TT, por no hablar del genuino y exagerado TTS con 310 CV, pero ya con un precio más elevado.
De todas formas, son cuestion de sensaciones, porque el audi TT diésel va muy bien en todos los sentidos. Se sujeta, nos permite cruceros elevados, acelera también muy bien, pero como hemos dicho, pensamos que la inversión se debe traducir mejor en el sonido modulado del motor de gasolina, en la rapidez de estirar de vueltas y en el régimen generoso al que podemos llegar, sin mencionar de la elevada suavidad con que se mueve.
Ficha Técnica
Motor
Nº Cilindros: 4 en línea
Cilindrada: 1.968cm3
Tipo de combustible: Gasóleo
Potencia: 184 CV a 3.500 rpm
Par máximo: 380 Nm a 1750 rpm
Cambio: Manual de 6 relaciones
Neumáticos : 245/35 ZR 23
Carrocería
Nº de plazas: 2+2
Peso en vacío: 1.340 kg
Depósito de combustible: 51 litros
Largo/Ancho/Alto: 4.177/1.832/1.353 mm
Vía delantera/trasera: 1.572/1.552 mm
Distancia entre ejes: 2.505 mm
Capacidad del maletero: 305 dm3
Prestaciones
Velocidad máxima: 241 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 7,1 s
Consumos Urbano/Extraurbano/Mixto: 4,9/3,7/4,2 l/100 km
Emisiones: 110
PRECIO: 42.650 euros