Las iniciativas de “pesca turismo” o “turismo marinero” se abren camino poco a poco, como una opción de ocio diferente, para quienes quieran vivir de la mano de los pescadores el día a día del trabajo en el mar, su gastronomía y sus costumbres.
Varios pescadores de la localidad de Barbate (Cádiz), en su día a día. EFE/ Archivo.Jorge Zapata.
Estos proyectos surgen en las costas españolas y cada vez tienen mayor aceptación entre el turista nacional e incluso entre la gente local, curiosos por embarcarse a conocer al profesional del mar.
El pescador, protagonista
En esta clase de turismo, el pescador es el protagonista, ya que con esta actividad lúdica puede diversificar su renta o completar sus ingresos, así como dar visibilidad a un oficio tradicional y al origen de un alimento de valor como el pescado.
“Cada vez más gente quiere convivir con nosotros y vivir una experiencia cercana a lo auténtico”, declara a Efeagro la responsable de “Turismo Marinero” de Estepona (Málaga), Shonia Cruz, quien desde hace varios veranos muestra lo que considera un “patrimonio” y una “filosofía” de vida.
Shonia y Pedro son una pareja de pescadores, que alternan esta faena con la actividad turística gracias a su proyecto, en el que caben propuestas como la ruta de los pescadores, la del “pez volador” -propio del litoral malagueño-, y también recorridos de marineros en tierra, con talleres en lonjas, tapas o degustación de espetos.
La responsable de Turismo Marinero destaca, entre otros logros, que su proyecto se ofrezca a los cruceros que llegan a Málaga, la aceptación entre las familias y que aparte del verano, se haya conseguido extender el negocio por las visitas de escolares.
Entre sus clientes se encuentran españoles y extranjeros –ingleses o alemanes-, si bien es muy frecuente la presencia de malagueños que traen a familiares o conocidos forasteros, que hasta hace poco no conocían dichas actividades.
“Efecto dominó”
La responsable de Turismo Marinero en Estepona, que también funciona como consultoría, asegura que existe un “efecto dominó” por el cual aumentan iniciativas en otros puntos de la costa como Andalucía occidental, Baleares o Alicante.
Turismo marinero en la costa gallega. EFE/SARA MIGUELEZ
Asimismo, recuerda que Cataluña fue pionera en regular esta clase de turismo, para el que aún faltan normas específicas autonómicas, con el fin de que queden claros aspectos relacionados con los impuestos o la seguridad en el barco.
Desde Galicia, autonomía pesquera líder del país, la gerente de “Mar Galaica”, Manuela Oviedo, explica a Efe que la gente de la tierra y los turistas que acuden a estas costas, básicamente nacionales, se sorprenden de saber que es posible conocer a las mariscadoras o a la flota como alternativa de ocio.
“Mar Galaica Turismo Mariñeiro” es un club de producto que funciona como “paraguas” de propuestas para unir al sector pesquero y al hotelero. Entre su oferta, figuran la opción de un día de pesca en una embarcación tradicional en el entorno de la ría de Muros-Noia (A Coruña), con parrilla en el propio barco, la “Ruta de los naufragios” o talleres y visitas a redeiras, a lonjas o talleres de cocina.
Manuela Oviedo incide también en la importancia de mostrar a los niños el origen del pescado, tal y como persigue la iniciativa “Mar Galaica Ensina”, dirigida a colegios. Por otra parte, desde Galicia también es conocida otra propuesta en Cambados (Pontevedra) para acompañar a las mariscadoras.
Para turistas de otras zonas interesados en la pesca, en Avilés (Asturias) hay organizadas visitas a la rula; en la provincia de Huelva, otro club de producto “Turismo Marinero” que enlaza propuestas gatronómicas y culturales.
Entre las alternativas de Cataluña, destaca la posibilidad de nadar entre atunes que ofrece el grupo Balfego, en L”Ametlla de Mar (Tarragona). Y si de atún rojo se trata, las almadrabas de Cádiz fueron más tempranas en mostrar su trabajo, durante su campaña en primavera.
MERCEDES SALAS/EFEAGRO
