El Honda HR-V resucita una denominación que ya fue utilizada en su momento para un vehículo que casi, después de algunos años, puede decirse que inventó una categoría, pero quizás demasiado pronto.

Se trataba de un vehículo que tenía todos los argumentos actuales de los SUV en todos los sentidos, con una carrocería especialmente atractiva, aunque menos ruda y contundente que la de los TT de la época, y ya entonces se ofrecía con dos posibilidades, tracción delantera o integral.

El HR-V, salvando las distancias, se inscribe ahora en el clásico segmento SUV, justo por debajo del CR-V, en la categoría que está recibiendo en la actualidad más pedidos. Sus dimensiones le encuadran como un rival directo de los Nissan Juke, Opel Mokka, Captur, con 4,29 m de longitud.

Motores líderes en eficiencia

Cuando arranque su comercialización lo hará con dos motores, un brillante 1,6 litros de gasóleo con 120 CV, que no es otro que el ya ponderado diésel i-DTEC que utiliza con ventajas el Civic y el CR-V y que ha recibido en los últimos tiempos un mayor aporte de energía lanzando una versión de 160 CV de la que todavía es muy pronto para pensar si se verá bajo el capó del HR-V.

Si preferimos la gasolina, el nuevo Honda CR-V utilizará el motor de 1,5 litros con 130 CV. Para ambos las cifras de consumos son especialmente recortadas, con 4.0 litros justos para la versión diésel y 5,2 litros para la de gasolina. Si hablamos de prestaciones el motor diésel hace llegar al CR-V en sólo 10,1 segundos a los 100 km/h, mientras que el de gasolina incrementa esta cifra en solo 2 décimas de segundo.

Interior flexible

Faltan todavía muchas cifras, pero la marca ha adelantado que su maletero es de 453 litros, con 1.026 si abatimos los respaldos posteriores y que, lo mismo que en muchos de los modelos de la marca, dispondrá de la función Magic Seats que permite levantar la banqueta trasera al completo , consiguiendo un espacio para carga más voluminosos con mayor altura disponible.