El Ford S-Max ha sido un vehículo monovolumen especial. Compartiendo elementos técnicos con el tradicional Galalaxy, el S-Max ha presentado siempre un diseño y carácter más deportivo, aunque sin merma de la practicidad.
Ahora modifica el estilo, tomando una nueva imagen y plataforma técnica, mejorando al mismo tiempo su presentación general. Por fuera toma la ya clásica boca de la marca, caracterizada por una amplia rejilla. A tenor de sus formas, la aerodinámica debe haber mejorado por amplio margen.
En el interior destacan los nuevos acabados, entre los que caben mencionar los nuevos tapizados de los asientos un innovador diseño de techo y el puesto de conducción sobre el que se centran todos los mandos y pantallas. También ofrece a sus usuarios los sistemas de seguridad más avanzados. Podrá llevar configuraciones que abarcan desde sólo cuatro asientos hasta siete . En el diseño del interior se ha intentado, dicen que con éxito, conseguir el mejor aprovechamiento, pero también que la sensación de espacio sea una de sus virtudes.
Además de toda una gama de motores diésel y gasolina, utilizará el nuevo motor 1.5 Ecoboost de 178 CV de reciente aparición en algunos vehículos como el Fusión en Estados Unidos y que tendrá un lanzamiento próximo en el Mondeo. Destaca su sistema de comunicaciones, pudiendo dotarlo del asiento que vigila nuestro ritmo cardíaco o hasta los niveles de glucosa.