Los Cañones de Guara (Huesca)

Guara, paraíso de la aventura

 

Hace unos años, unos pocos franceses empezaron disfrutar de una forma diferente sus vacaciones en España: practicar el “canyoning” en la Sierra de Guara (Huesca). Unas cuerdas, un casco, unos pantalones gastados y mucha adrenalina eran los instrumentos necesarios. Un paisaje mágico creado para la aventura y sólo conocido en los pueblos cercanos y fuera de España.

Fue un francés, Lucien de Briet, quien empezó a divulgar los encantos de estos cañones por el mundo y, sobre todo, por Francia, lo que propició que fueran muchos los franceses que se acercaran hasta aquí. Sin embargo, contrastes de la vida, actualmente, los pueblos aparecen semidesérticos o abandonados, debido a la dureza climatológica de la zona. Hay pocos hombres, pero la naturaleza está cuidada al máximo.

Con el tiempo, las cosas cambiaron. Ahora, el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara es un referente mundial para la aventura.  Ver los espectaculares cañones de sus ríos es uno de sus principales atractivos. Formaciones rocosas moldeadas por los torrentes que atraviesan las montañas de norte a sur y de este a oeste.

Si te gusta hacer rutas en coche, las carreteras que unen Barbastro con Aínsa forman un circuito donde el camino se mide por tiempo, no por kilómetros. Carreteras que no tienen salida y pueblos que cambian de ritmo en función de la estación. Destinos para viajar en coche sin prisa.

El paisaje es atractivo todo el año, y demuestra una fortaleza dramática. Cuatro ríos la cortan. Las aguas cristalinas del Flumen, el Guatizalema, el Alcanadre y el Vero fragmentan la sierra en tres macizos, perdiéndose las laderas de las montañas en el horizonte, aunque siempre pobladas por el color verde de una exuberante vegetación.

Conforme vas ascendiendo hacia las cimas, la vegetación se vuelve más resistente, dejando reducidos espacios para los caminos arenosos que las recorren. Los matorrales lo pueblan todo, aunque también hay bosques de encinas, pinos y quejigos.

Junto a esta impresionante flora, las especies rupícolas y en concreto las grandes rapaces han hecho del Guara su casa. A poco que levantemos la vista hacia el cielo vemos un buitre leonado, pues no en vano se calcula que aquí anidan unos 1.700 ejemplares. Pero no sólo el buitre puebla los cielos, ya que además hay quebrantahuesos, alimoches, águilas reales y perdiceras, halcones peregrinos y cernícalos. Junto a estas grandes rapaces, también observamos con nuestros prismáticos algún que otro vencejo, roquero rojo y collalba negra.

A la hora de la aventura, Alquézar o Rodellar son los pueblos que ofrecen las mejores opciones. En esta maraña de montañas y aguas, de sierras cortadas y de cielos despejados, con los Pirineos vigilándolo todo desde el norte, los pequeños pueblos se suceden perdidos en su abandono. Pedanías como Abelleda, Used, Bara, Binueste o Alastrue se juntan en la sierra de Guara, que tiene su principal población en San Esteban de Guarga, en las estribaciones de la sierra de Belarre. Pueblos de España con encanto para una perfecta escapada rural o para hacer rutas en coche.

Aunque las condiciones de vida son duras, las vacas pastan en los verdes prados de las faldas de las montañas dando un ambiente bucólico, con los pájaros cantando. Sin embargo, entre los valles manchados por los ríos, levantamos la vista y, arriba, el Tozal de Guara, con sus 2.077 metros de altura nos devuelve a la realidad de las cumbres pirenaicas.

Mapa para viajar en coche por la Sierra de Guara.

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Redacción Viajes

Autor: Redacción Viajes

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