La Cantabria profunda

Escapada rural por los valles de Cantabria que miran al mar

 

Pocas montañas  pueden presumir de  guardar los olores del mar. Hay sitios donde la naturaleza cuadra su esencia, donde las cosas son placenteras desde un primer momento y donde las emociones se miden por la intensidad, no por la cantidad. No es tan fácil… dar con estos sitios.  Cantabria es perfecta para hacer rutas en coche y encontrar otra manera de entender la vida.

Hay placeres que no se olvidan. Subiendo el puerto de Piedrasluengas, desde Potes, dejando atrás el desfiladero de la Hermida, un pequeño letrero y una carretera de firme desigual marcan el camino hacia el Valle del Nansa.

Haciendo turismo por España, nos gusta llegar al Cantábrico por este valle, dejando a la derecha el río que le da nombre. Si hacemos un alto en el mirador del Jabalí divisando las siluetas de las montañas encadenadas una sobre otra, los planteamientos sobre las prisas y el disfrute son de otra manera… Los viajes en coche tiene esa ventaja.

No es una cuestión ni de velocidad ni de potencia, pero uno quiere repetir una y otra vez… Sí, es la belleza de lo auténtico donde las emociones quedan.

La primera vez que se sube por encima de San Mamés, por caminos que todavía huelen a vaca y hierba recién cortada no se olvida fácilmente. Al preguntarnos dónde comer, nos encontramos con Chencho. Fue sencillo andar a su lado y recordar la trocha que lleva hasta Liébana antes de parar en Casa Enrique y tomar esos guisos de judías y probar el mejor pan del mundo,  como dicen las “mellizas”, porque así conocen a las hijas de Enrique el panadero, que cada día suben y bajan por el valle con su furgoneta llena de panes de verdad, de esos que duran una semana en el arca…

Desde la cabecera del Valle, se ve la vida peñas abajo, como queriendo llevar la contraria a la magnífica novela de Pereda. Ni el pantano, ni las pequeñas carreteras que llevan a uno y otro lado del valle quitan protagonismo a esas “casucas” que parecen contradecir a las leyes de la gravedad… Cada invierno, con la nieve se inclinan un poco, pero nunca se caen.

Todo lo contrario sucede en Tudanca. En la zona todos hablan a los foráneos del Cossio, de su casa y de la biblioteca… Algunos curiosos se acercan hasta el pueblo. Todo cuidado… pero con una tediosa inactividad. Ni un bar, ni un restaurante… Sólo la belleza de un valle que siempre mira al norte…

Los pueblos de la costa son otra cosa. Dicen que los barcos siempre dan vida. Con la pesca se ha mantenido un poco más la población, pero tampoco corren buenos tiempos. En lugares para ir de vacaciones como San Vicente de la Barquera, Comillas o Suances, se sigue pensando en el veraneo como la solución a todos los males. En las casas todavía se recuerdan aquellos veraneos de tres meses.

Por suerte ahora, en las escapadas rurales, las carreteras han perdido mucho de su capacidad de generar sorpresas, pero el paisaje sigue siendo espectacular. Volver a Cabezón de la Sal y encarar la vieja carretera comarcal que nos conduce hasta Saja y el puerto de la Palombrera se hace obligado. Un laberinto boscoso, delicioso en otoño y esplendoroso en primavera, nos lleva  por el corazón de Cantabria. Cualquiera de las carreteras no tiene salida, como las que nos llevan a esos pueblos de España con encanto como Barcena Mayor o Viaña, donde todavía se cuentan los coches que llegan en los días de invierno. Aquí el aire es tan limpio, que las montañas están más lejos del cielo…

Qué visitar

Visita la Ferrería de Cades .Tlf: 942 709 360 / 608 104 785, una antigua ferrería del siglo XVIII perfectamente recuperada (precio visita libre 3€, visita guiada con demostración de funcionamiento 5€). La cueva de El Soplao (precio entrada general 10€). Una joya de la geología en cuyo interior podremos encontrar formaciones únicas. También podremos realizar un pequeño trayecto en una recreación de tren minero.

Esta zona nos ofrece un entorno extraordinario para realizar actividades al aire libre. Alguna de las empresas de la zona realizan multitud de actividades. Estas son algunas direcciones que te pueden interesar: Turismo Activo El Portalón.  Tlf: 942 736 048 / 629 480 845 o Potestur.  Tlf: 942 732 164 / 686 971 241.

Imprescindible

Parque de Cabárceno. Es el marco ideal para disfrutar en familia. Recorrer las diversas áreas donde se encuentran en semi-libertad un centenar de especies animales de los cinco continentes harán pasar un día agradable tanto a pequeños cómo a mayores. Precio adultos, 21€ y niños de 6 a 12 años 13€.

Mapa para viajar en coche por Cantabria

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Redacción Viajes

Autor: Redacción Viajes

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