El Alto Tajo

Cuando el río nos lleva

 

Lo decían los libros del colegio. El Tajo nace en Teruel, en los Montes Universales. Allí es un simple hilito de agua, que recorre sus primeros kilómetros dibujando la frontera entre las provincias de Teruel, Cuenca y Guadalajara. Enormes murallones de piedra y frondosos bosques acompañan al río a su paso por la Reserva Nacional de los Montes Universales, entre el olor de tomillo y espliego, junto a los robles y las encinas. Un lugar distinto y con sensación de “aislamiento natural”.

Al seguir su curso, muy pronto vemos como el Tajo recibe las aguas de la Hoz Seca y llega a Peralejos de las Truchas. Este lugar es desde hace algunos años la gran capital del Alto Tajo, donde se concentran los amantes del piragüismo, cañoning y todo tipo de aventuras en la naturaleza.

Lo que antes eran días de penuria y frio se han transformado en una zona perfecta para el turismo. De su aventura secular, sólo se mantiene alguna cruz junto al río y sobre todo, queda la leyenda hecha paisaje. Los nombres son tan sonoros que invitan al viaje: Peralejos, Zaorejas o Taravilla. Nombres que ahora suenan a fin de semana de ocio, mucha caminata y chimenea en algún hotelito del pueblo con el punto de cansancio justo.

Con el consejo de un amigo, recorreremos algunos de los más bellos parajes del río Tajo. Una colección de lugares inesperados a priori. Sitios que acompañan en su curso más alto al río más largo de la Península Ibérica. Desfiladeros, cañones, arroyos, remolinos… el nacimiento del Tajo es todo un despliegue de accidentes fluviales, de estampas bellísimas.

Hoy Peralejos, rodeado de montañas, es una especie de capital de la aventura y mantiene su aspecto serrano bien conservado, presidido por la iglesia de San Mateo, del siglo XVII, y la calle Mayor, con viviendas populares y enormes caserones de ilustre linaje. El primer tramo del río, que discurre entre cañones cortados como una herida sobre el altiplano, es un paraje sólo apto para caminantes con experiencia o para los nuevos aventureros de la bicicleta de montaña, los únicos que podrán recorrer los cañones probablemente más espectaculares y originales de nuestra geografía.

Las agitadas aguas del Tajo prosiguen hacia tierras alcarreñas, pasando por desfiladeros, cañones y formando remolinos. En algunos parajes se torna incluso peligroso, como en el Estrecho de Horcajo, formado por tres pozas grandes y unidas entre sí por rápidos vertiginosos. Luego el río se remansa en la Laguna de Taravilla, y cobra aspecto de espectáculo en el Collado de la Machorra y el Acantilado de la Escaleruega, donde los buitres sobrevuelan sobre los farallones.

Y aún nos queda por ver uno de los rincones más espectaculares y desconocidos de España: el Hundido de Armallones, donde el río corre rápido entre bosques y calizas verticales, y aparecen escondidos algunos parajes que en verano invitan al baño, como el puente de San Pedro. Es en estas zonas donde muchos aprovechan además para soltar un poco de adrenalina practicando la escalada, el rafting, el piragüismo, el senderismo o los paseos a caballo.

El otro pueblo de visita obligada en el Alto Tajo es Molina de Aragón, en las tierras que riega el río Gallo, afluente del Tajo. Molina está a escasos 32 kilómetros de Peralejos. Por aquí pasó El Cid camino de su destierro y se respira historia: el pasado belicoso y guerrero se conserva en su Alcázar, una construcción cristiana de extraordinarias dimensiones, con un intenso color rojizo, con cuatro torres y que es coronado por la pentagonal de Aragón.

Tanto ajetreo siempre abre el apetito. El complemento perfecto a una visita a la zona es la gastronomía: estamos en tierra de migas, caza y cabrito al ajillo, pero también de especialidades autóctonas muy sabrosas como el famoso morterurelo de Molina de Aragón que se sirve en cazuela, las gachas de almortas de Peñalén o los suculentos guisos de ciervo, jabalí y perdiz de todos los pueblos. Y es también tierra de truchas, que se preparan a la serrana, en salsa o rellenas pero que resultan siempre sabrosas. Para los gastrónomos más exigentes, hay que saber que estamos en tierras de trufa, que crecen en las zonas de robledales de Taravilla y Peralejos, y que alcanza precios astronómicos en el mercado nacional. El frio ahora se nota menos….

Qué hacer

Numerosas empresas ofrecen aventuras en la naturaleza y deportes al aire libre, como descenso en aguas bravas. No viene mal, piragüismo, senderismo y paseos a caballo. Estación Náutica Alto Tajo  en Valtablado del Río. Telf.: 608 020 904 propone multivaventura e Hípica Pedro Linares Telf: 949 837 065, paseos a caballo.

Para los amantes a la pesca este es uno de los paraísos en el centro de la Península.

Imprescindible

Disfrutar la naturaleza tan espectacular de este rincón de Guadalajara así como el legado histórico que mantienen pueblos como Molina de Aragón. Molina de Aragón forma parte de la Ruta del Cid y es imprescindible visitar su Castillo Alcázar declarado Conjunto Histórico. También podemos visitar las Iglesias de Santa Clara y de San Francisco, así como su puente viejo, de origen románico sobre el río Gallo. En el Parque Natural del Alto Tajo recomendamos visitar el Puente de San Pedro en las cercanías de Zaorejas, la laguna de Taravilla y el salto de Poveda.

Cómo llegar

(Visited 81 times, 1 visits today)
Redacción Viajes

Autor: Redacción Viajes

Comparte este artículo en