El restaurante de Sant Celoni Can Fabes, que dirigiera el malogrado cocinero catalán Santi Santamaría ha anunciado hoy que el próximo 31 de agosto cerrará definitivamente sus puertas.
En una carta hecha pública a última hora del miércoles, la familia Santamaría-Serra ha informado de que “después de 32 años de una maravillosa aventura culinaria y gastronómica al pie del Montseny” Can Fabes cierre sus puertas.
Deja atrás, sigue la carta, “más de tres décadas de creación infatigable; de búsqueda de la máxima calidad en el producto y de la perfección en la cocina y en la sala; de compromiso con las raíces culinarias y con su renovación; y todo presidido siempre por un ideal que nos transmitió el cofundador y alma de la casa, Santi Santamaría: complacer a los clientes, como seguiremos haciendo con toda la ilusión hasta el último día”.
En la misiva, la familia propietaria de Can Fabes asume que la crisis ha sido el factor desencadenante del cierre. El restaurante carece de la “viabilidad económica necesaria para seguir con un proyecto basado en la excelencia”. Por ello han decidido “poner el punto final a uno de los capítulos más brillantes de la cocina catalana y europea de los últimos 25 años”.
Considera que la historia de Can Fabes no terminará el 31 de agosto. “Continuará en los proyectos actuales y futuros de todas las personas que han pasado por nuestra cocina y nuestra sala, así como en el recuerdo de los miles de comensales que han sido siempre nuestra razón de ser”.
Como preludio de este cierre ahora anunciado, en marzo de 2012, el restaurante Santi, que el célebre cocinero catalán montó en Singapur antes de sufrir un infarto del que ya no se recuperó, cerró sus puertas. Hace un año, Can Fabes renovó su imagen corporativa, decoración y oferta gastronómica, unos cambios encaminados a impulsar el restaurante, dirigido por un nuevo equipo: la hija del chef, Regina Santamaría, y Xavier Pellicer al frente de la cocina.
Los problemas para el restaurante comenzaron cuando Xavier Pellicer anunció que se desvinculabas del establecimiento, el cual anunció un cierre temporal desde el 30 de enero al 5 de febrero “por mantenimiento del restaurante y trabajo interno del equipo”, y la reapertura del conocido dos estrellas Michelin tuvo lugar el 6 de febrero.
En un comunicado, el Racó de Can Fabes confirmó lo que Pellicer había anunciado a través de su cuenta de Facebook: “poner fin a la actual etapa de colaboración de mutuo acuerdo” con el objetivo de dedicarse a sus respectivos proyectos individuales de forma exclusiva.