En sólo un restyling, pero muy interesante ya que añade a su esbelta y atractiva figura, un nuevo motor y un equipamiento más completo y generoso. La experiencia de BMW en este tipo de vehículos es extensa. Hace ahora 25 años que la marca lanzó el Z1, que es uno de los vehículos más buscados en la actualidad por los coleccionista, y que significó un salto muy importante hacia los modernos roadster que ahora estamos disfrutando.
El Z4 se caracteriza por su afilado estilo, que le ha convertido en uno de los vehículos de este segmento con una componente pasional más marcada. Además, esta última versión con techo duro retráctil, se ha convertido en un icono por su practicidad y también por su estilo cerrado, que no desvirtúa lo más mínimo el estilo de este coche cuando lo vemos descapotado.
Si analizamos los cambios desde aspectos puramente de diseño, ahora el Z4 se ofrece con un nuevo acabado Design Pure Traction con nuevos colores exteriores y recubrimientos interiores en piel y Alcantara.
A partir de ahora, el BMW Z4 se ofrece con cinco motores de gasolina, con tres de cuatro cilindros y otros dos de seis cilindros en línea. Hay que destacar sobre todo, el nuevo motor de arranque de la gama, que forma parte de la versión sDrive 18i. Se trata de un motor de dos litros con cuatro cilindros con 156 CV de potencia y un par de 240 Nm. Viene de serie con un cambio manual de 6 relaciones y nos proporciona unas excelentes prestaciones, con 7,9 segundos en llegar a los 100 km/h. Es una versión de acceso bastante a tener en cuenta. Consume 6,8 litros y tiene unas emisiones de 159 gramos de CO2 cada kilómetro.
No hay cambios en el resto de la gama e motores, con el sDrive 20i, sDrive28i, sDrive 35i y por último el genuino sDrive 35is con nada menos que 340 CV de potencia.
