Almagro

Entre caballeros y comediantes

Almagro preside una tierra de frontera donde, durante siglos, las batallas y los peligros eran el pan nuestro de cada día. Los nobles y los reyes apenas podían ejercer su poder y las órdenes religioso-militares se hicieron cargo de la reconquista y de la posterior repoblación. Fue primero tierra de caballeros y más tarde de comediantes. Hoy recupera su viejo esplendor reconvertida en capital de nuevos comediantes y centro del famoso Festival de Comedias de verano.

Si llegamos por el norte, entraremos en la ciudad por la Calle Bolaños, desembocando directamente en una enorme plaza presidida por el Antiguo Convento de Calatrava. Un consejo: lo mejor es abandonar aquí el coche y continuar a pie hacia el centro de la localidad. Las calles Madre de Dios y Feria se encargarán de llevarnos hacia la Plaza Mayor, un buen sitio para ponernos al día sobre la historia de la Villa.

Almagro fue la villa desde la que la Orden de Calatrava gestionó la reconquista de esta tierra de fronteras pero los Reyes Católicos, celosos de su poder, acabaron con el predominio de la orden, decididos a intervenir en el desarrollo de la zona. La inacabada reconquista del sur de la península les hizo olvidar un poco Almagro y dejó para su nieto el definitivo impulso a la ciudad. Carlos I de España y V de Alemania, fiel a sus orígenes pidió la colaboración de importantes familias flamencas en el desarrollo de la zona. Y así fue como los poderosos Fugger se instalaron en Almagro tras la concesión a su favor de la explotación de las minas de Almadén por parte de la corona.

De vuelta en la Plaza, hay que tomarse un tiempo para admirar la doble galería con ventanas de madera, que descansa sobre unos pilares de piedra. La plaza que queda abierta en sus laterales puede tener en cierto modo algo de avenida o calle principal, pero dos importantes edificios se encargan de cuadrarla: el actual Ayuntamiento al este y el antiguo Palacio Maestral. También hay que tomarse para tomar un tentempié en alguno de los bares de la plaza. La tapa es obligada: berenjenas de Almagro, receta de origen árabe que aún hoy se mantiene.

Por la tarde sugerimos una visita más o menos detallada del Museo del Teatro, que reúne interesantes muestras documentales de la historia del teatro en general, y en particular del Corral de Comedias. El Corral de Comedias de la ciudad, el único escenario teatral del Siglo de Oro que se conserva en el mundo, es el marco idóneo para presenciar nuestro primer teatro. Escuchar aquí a Tirso o a Lope, puede ser inolvidable tanto para los apasionados por el teatro, como para los que supone una experiencia nueva.

Donde dormir
La Casa del Rector Cl. Pedro Oviedo, 8, Tlf: 926 261 259. En pleno casco urbano de Almagro, una casa solariega manchega del siglo XVII en la que vivió Pedro Oviedo, un mecenas teatral del Siglo de Oro. Hoy es un hotel con encanto con dormitorios amplios y muy luminosos. 29 habitaciones. Precio habitación desde 90 € + IVA.

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Redacción

Autor: Redacción

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