Emociones por duplicado
Hay ciudades que no se conforman con tener una catedral. “Aquí tenemos dos…” Plasencia es una ciudad a orillas del Jerte que exhibe hoy su impresionante conjunto monumental demostrándonos lo que fue en otros tiempos de mayor gloria. Su ritmo cotidiano se vive en gran parte en torno a su Plaza Mayor presidida por la fachada renacentista del Ayuntamiento. Si es martes, tendremos la suerte de ver el animado mercado que se celebra en ella desde hace ocho siglos. Y si además es agosto y Martes Mayor, tendremos el privilegio de asistir a una de las mejores ferias tradicionales de la península.
En torno a esta plaza, descubrimos una de esas sorprendentes ciudades del interior de España, donde las mansiones y palacios asoman en cada esquina. Cuando Alfonso VIII la fundó en el siglo XIII prohibió en sus fueros que se construyeran más palacios que el del rey y el del obispo. Poco caso le hicieron entonces, pero menos todavía después de que comenzaran a llegar las grandes riquezas de América a este rincón extremeño. Además del Palacio Episcopal la relación de mansiones y palacios es increíble para las dimensiones de la ciudad, sin olvidarnos de los museos: el Etnográfico y textil o el del Palacio de Mirabel son las dos propuestas culturales que nos ofrece la ciudad. En ella convivieron moros, judíos y cristianos en fértil simbiosis y de las tres culturas quedan huellas.
Plasencia es famosa sobre todo por la Catedral, que en realidad no es una sino dos: la vieja, románica, y la nueva, gótica con elementos platerescos, del siglo XVI y que no llegó a completarse hasta reemplazar a la vieja catedral como estaba previsto por falta de recursos. Sobre esta catedral nueva se cuenta una de esas historias que cuando viajas por el interior del país dispuesto a escuchar a los viejos del lugar o en su defecto, a los buenos guías turísticos, no dejan indiferente a nadie. Dicen que para tallar el coro de la catedral se contrató a uno de los tallistas más prestigiosos de la época, Rodrigo Alemán, que representó en la parte baja de la sillería escenas irreverentes con los franciscanos como protagonistas.
Donde dormir
Parador de Turismo. Plaza. de San Vicente, s/n. Tlf: 927 425 870. Un antiguo convento del siglo XVI – XVII reconvertido en hotel de la mano de paradores. Dispone de 58 habitaciones. Precio desde 100 €
