El Parque del Soto, el Retiro de Móstoles

Móstoles. Mucho más que bloques de pisos

Cuando se piensa en Móstoles, a casi todo el mundo le viene a la cabeza “la empanadilla” de Martes y Trece ó el “más allá” de Echanove en “Bajarse al Moro”. Pero no todo son bloques de pisos.

Todos en Móstoles conocen el parque natural del Soto. De antigua finca agrícola municipal ha pasado a ser el “Retiro” mostoleño. Y es que en sus 44 hectáreas de árboles, lagos y praderas se desarrolla gran parte del ocio al aire libre de los mostoleños, incluyendo pruebas deportivas y hasta no hace muchos años, macroconciertos de música alternativa.

En los años 80, comienza la historia de este parque, cuando el Ayuntamiento decide vallar su perímetro y dar comienzo a la gran transformación actual. Se plantaron miles de árboles y se construyó el gran lago con sus islas, donde hoy anidan multitud de ocas y ánades reales que son cebados por los mostoleños los fines de semana. Todavía no es un jardín histórico, pero dadle tiempo.

Estamos en el límite del Parque Regional del Guadarrama, que se extiende hasta la puerta oeste del Parque del Soto. El Arroyo del Soto, que se desmelena a la salida del Parque, está clasificado como zona de máxima protección, de manera que no será extraño ver picos menores, abubillas o currucas en nuestras visitas al parque.

Es precisamente en esta puerta oeste del Parque, donde se ha hallado un yacimiento paleontológico de interés, donde viviría en la prehistoria el oso – perro Amphycion sp – o el caballo – cebra Anchiterium sp – y donde en el Medievo se construyó una presa para embalsar el Arroyo, de la que quedan restos muy cerquita de la puerta oeste.

El Soto también es puerta de muchas excursiones que se pueden realizar por el oeste Madrileño. En su límite norte discurre la vía verde Madrid – Almorox, que recientemente ha sido acondicionada en el tramo de Móstoles, hasta el Puente de Hierro sobre el río Guadarrama y que es salida natural para diversas rutas por el río Guadarrama: Batres, Villaviciosa, Navalcarnero o El Álamo están a tiro de piedra.

Sí lo que nos gusta es la botánica, en El Soto vamos a encontrar hasta 145 especies de árboles y arbustos inventariadas, entre los que destacan el pino piñonero, el álamo y  los plátanos de sombra en los paseos, pero también encontraremos una buena colección de quercíneas en el parque: encinas, alcornoques, quejijgos, robles americanos, carballos y melojos. Una senda botánica que parte desde la entrada este, nos ayudará a conocer todo el elenco botánico del parque sin apenas esfuerzo.

Y si lo que queremos es simplemente merendar – sin hacer fuego – en la zona de la pradera existe un buen número de bancos y mesas donde disfrutar de este enclave madrileño.

Más información
http://www.parquenaturalelsoto.org/parque-el-soto

Cómo llegar:
Estación de Cercanías Móstoles – El Soto.
Existe un mejorable carril bici desde el centro de Móstoles.

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Redacción

Autor: Redacción

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