Azul de Oaxaca es más que un hotel… es más que una casa. Es un museo vivo, donde cada pieza se encaja en un espacio y donde las luces marcan la vida cotidiana. Lo que era una casona colonial, en el casco histórico de Oaxaca, asume el espíritu de una ciudad y se transforma para los tiempos modernos.
En la calle Abasolo, a unos metros de la Iglesia de Santo Domingo, se levanta este espacio marcado por la magia. Desde la entrada se nota la aportación de los mejores artistas de la zona. Ruben Leyva, José Villalobos, o Luis Zárate, pueden presumir de haber plasmado sus ideas y conceptos en cada una de las suites… Algunos van más allá, el gran maestro Francisco Toledo, que vive unas calles más abajo, pasa por las tardes para ver como la fuente de ladrillo se ilumina cuando el calor huye por las fisuras de los muros de barro.
Aquí el protagonismo se lo llevan los detalles… Unos mosaicos, una lámpara o el juego de luces y sombras nos lleva a una secuencia de emociones. Por encima de los tópicos, el arte, la cultura y el diseño de la ciudad se atan con un vínculo único.
Por eso, me gusta llegar a este sitio cada tarde después de un día callejeando entre el mercado, museos y cosas bellas. Su patio interior es como llegar a una hacienda rural con mucha clase… como si el gran Barragán hubiera puesto sus lápices a crear espacios agradables…
Por la mañana, aunque uno esté adormecido, el cliente quiere acelerar el amanecer… ¿El motivo? Su desayuno… Quesadillas, buen café, guisos y zumo de frutas tropicales que reactivan el cuerpo de un vividor que necesita un momento de paz… antes de disfrutar de una dosis de emoción. Así es Oaxaca, la ciudad que todo embellece… Maravilloso lugar.
Hotel Azul
Cl. Abasolo, 313. Centro Histórico
68000 Oaxaca
Tlf: +52 (951) 501 00 16
info@hotelazuloaxaca.com
Cómo Llegar:
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