Trekking por el mar congelado

El verdadero lujo: la naturaleza

Durante el frío invierno Escandinavo, el Mar Báltico se congela formando la banquisa, una masa de hielo aproximadamente un metro de profundidad, que flota sobre el mar y que nos permitirá realizar un viaje increíble. Parajes helados, paisajes infinitos y naturaleza en estado puro.

Greenland Adventure nos brinda la oportunidad de sentirnos lapones. Sentirnos auténticos Amundsen en la exploración de los mares helados del norte. En esta travesía no disfrutaremos de las comodidades de un buen hotel, ni de la cocina de diseño ni siquiera, de una ducha caliente en varios días. Mucha sopa caliente, y spaghetti con calamares, que siempre están  mejor que la comida liofilizada.

Lo que sí vamos a encontrar es un contacto total con la naturaleza. El silencio, el ritmo lento del invierno polar, la experiencia de un viaje a través del hielo prácticamente igual que los lapones llevan realizando cientos de años.

La travesía parte del bosque de Ojakila, a las afueras de la ciudad de Oulu, donde la playa en el invierno se congela y nos permite atravesar el golfo con la sola ayuda de unos esquís de travesía, un par de pieles de foca y nuestra pulka, un pequeño trineo que arrastraremos con nuestros enseres. Rápidamente nos vamos a hacer a la idea de lo que significa sobrevivir en el desierto helado.

Nueve días de marcha, 150 kilómetros recorridos sobre la banquisa, seis días de viaje sobre nuestros esquís y seis noches durmiendo en tiendas de campaña, igloos ó con suerte en refugios para pescadores. Esta ruta no es para blandos, pero lo puede hacer cualquiera que quiera disfrutar de una experiencia diferente…

El programa diario será bien sencillo. Desayunar, recoger el campamento y afrontar otros quince a veinte kilómetros de esquí sobre la banquisa, arrastrando nuestra amada y odiada pulka, hasta la caída del sol. Luego, los cielos más bellos del mundo y el frenesí de las auroras boreales sobre un cielo que rompe el infinito.

Durante la travesía, los guías nos enseñarán algunas técnicas para sobrevivir en el invierno polar, como pescar a través de la banquisa, construir igloos y con suerte esquiar impulsados con cometas. También aprenderemos a orientarnos en el desierto helado, donde no hay referencias topográficas, con técnicas ancestrales a partir de la observación del sol y las estrellas y con GPS y brújula, sin duda más sencillo.

El destino de nuestra travesía es Kemi, ciudad con 23.000 habitantes, donde visitaremos el castillo de hielo y donde nos espera, por fin, una ducha caliente en un spa y un restaurante donde comentar con los expedicionarios los mejores y peores momentos de la travesía.

Más información
www.greenlandadventure.com

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Redacción

Autor: Redacción

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