Ushuaia, tierra argentina…

Destino de navegantes y exploradores.

En el imaginario de los viajeros Ushuaia es un faro que señala el camino hacia el sur, tal vez por haber sido antes el destino de navegantes, buscadores de oro y exploradores.

Ushuaia aparece al fondo del “puerto interior hacia el poniente”, ya que éste es el significado de su nombre en lengua yagán o yamaná, uno de los grupos indígenas que, junto a los alacalufes y los onas poblaban desde tiempo inmemorial estas tierras. Vista desde lejos la ciudad presenta la imagen inusual de una población de alta montaña situada al borde del mar.

Pero al poner pie en tierra el viajero encuentra unas calles flanqueadas por edificios sin interés surgidos al calor de un fuerte desarrollo industrial y turístico de los últimos años. Por eso tiene que escarbar para encontrar los recuerdos de su historia. El primer asentamiento europeo en Ushuaia se remonta a 1869, cuando unos misioneros ingleses se establecieron en estas costas. Los argentinos no llegaron hasta 1884, y copiaron el modelo inglés de colonización de territorios lejanos y solitarios instalando en ellos presidios.

Fueron los presos los que desbrozaron la selva espesa que llegaba hasta el borde del canal. El penal estuvo activo hasta 1947, y para recobrar su historia hay que acudir al Museo Marítimo y del Presidio, dos instituciones que se ubican en la antigua penitenciaría. Allí se recorren los pasillos a los que se abrían las diminutas celdas y se siente el peso de decenas de historias trágicas.

Quedan pocos edificios en Ushuaia que transmitan sensación de historia, como la iglesia de la Merced, el palacio de la Legislatura Provincial y alguna que otra casona. Una de ellas, asomada a la avenida costanera que se abre al canal, alberga ahora el Museo del Fin del Mundo, tal vez el museo de nombre más atractivo del planeta, en el que se repasa la historia natural y la vida de los aborígenes de la región.

En cualquier caso, Ushuaia no es nunca una meta, sino un reclamo que luego envía a los viajeros a otros lugares. Así se puede emprender el camino hacia la laguna Esmeralda o el glaciar Martial. Por otra parte, el viajero mitómano no puede evitar ir al Parque Nacional Tierra del Fuego en un tren a vapor, que además ostenta el título de ferrocarril más austral del mundo. El viaje es corto, y si se alarga es sólo por la incongruencia de que la estación de partida se encuentra ya a medio camino y que el tren viaja a la velocidad más lenta posible.

El Parque Nacional Tierra del Fuego protege una buena porción de terreno que se extiende hacia el interior de la isla desde el canal del Beagle, pero sólo una pequeña parte está abierta al público. Hay algunos senderos marcados que permiten adentrarse entre bosques de árboles de nombres sonoros y extraños: coihue, lenga, ñire, que pueblan los bosques más meridionales del mundo. Los castores roen los troncos y forman presas en algunos arroyos. El cielo se llena con el vuelo sosegado de los cóndores.

También a orillas del canal del Beagle, pero hacia el otro lado de Ushuaia, se encuentra la Hacienda Harberton. Es la casa más antigua de toda la isla de Tierra del Fuego, pero a primera vista nos sería más que una más de esas inmensas haciendas ovejeras que pueblan esta región. Sin embargo, los amantes de las buenas historias no pueden evitar verse atraídos por el libro que escribió Lucas Bridges y que transcurría en estas tierras. En él narra las aventuras de su familia, que se instaló en esta granja, cundo la región estaba habitada por los yaganes. El libro, evidentemente, se llama El último confín de la Tierra.

Guía práctica:
IR.
Iberia tiene vuelos diarios directos desde Madrid a Buenos Aires, desde donde se pueden realizar conexiones a Ushuaia. Viva Tours propone diferentes recorridos por Argentina que incluyen Ushuaia.

Dormir y comer:
El hotel Albatros está cerca del puerto y tiene grandes cristaleras.
Hostal Malvinas es un pequeño hotel de precio medio. Ambos tienen vistas hacia el puerto. Volver (Maipú 37) ofrece el mejor marisco de la ciudad en un edificio con mucha historia. Kaupé (Roca 470) prepara platos muy elaborados con sabores sorprendentes.

Compras:
Abundan las tiendas de material de montaña, con productos de última temporada. Renata Rafalak (Piedrabuena 25) reproduce máscaras de las antiguas culturas indígenas en madera de árboles locales.

Libros Recomendados:
Bruce Chatwin: En la Patagonia
E. Lucas Bridges: El último confín de la Tierra
Charles Darwin: Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo

Más información:
www.tierradelfuego.org.ar/v4/
www.ushuaia.com.ar
www.turismoushuaia.com

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Redacción

Autor: Redacción

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