Range Rover Evoque 2.2 D SD4 4×4 Prestige Coupé

En los últimos tiempos se han lanzado modelos de indudable interés, ya sea desde aspectos puramente técnicos o por ofrecer diseños que se encuadran entre lo magnífico y lo brillante. Sin embargo, innovar, lo que se dice innovar, no podemos decir que sea una moneda excesivamente corriente. Cada coche casi siempre es una evolución del anterior.  Podrá ser mejor, más ligero, más eficiente, pero la verdad es que la sorpresa es una característica que se vende muy cara en la actualidad, y mucho más en los tiempos que corren, en el que los riesgos se miden hasta el extremo para no llevarse desagradables sorpresas.

Se juega a lo seguro, aunque eso no quiere decir que algunos fabricantes no se equivoquen. Sin embargo, la verdad es que la sorpresa ha llegado del constructor que menos esperábamos. Land Rover está poco a poco dejándonos sorprendidos. Íbamos a decir que está volviendo a posiciones anteriores. No es verdad. Poco a poco está subiendo los escalones que le han llevado a competir en una liga en la que nunca había participado. El Range Rover Evoque es un ejemplo de lo que estamos diciendo. Diseñar un SUV con las premisas iniciales del Evoque ha sido arriesgado, pero finalizar el proyecto tal y como lo ha presentado Land Rover  y obtener el éxito que está consiguiendo en todo el mundo, nos parece más que mencionable.

Un segmento para el sólo

El Evoque casi ha inventado un segmento por sí solo, intentando presentar una combinación entre  SUV tradicional y coche deportivo al uso.  Ha cogido los mimbres de la marca, que cada vez son más, mezclándolos con muy buenos criterios iniciales. Después lo ha vestido todo con un diseño de  carrocería que no ha transitado por los caminos habituales. No ha buscado tamaño, ni tan siquiera habitabilidad. Ha sacrificado algunos aspectos, pero no tanto como podría parecer, cuando vemos desde fuera la altura de las lunas traseras. Es cierto que las plazas posteriores no son inmensas, pero sirven bien  y son cómodas. Y su maletero con 550 litros tampoco nos parece muy criticable.

Su aspecto es uno de sus mejores activos, pero no el único. No es un vehículo barato, pero es que en su interior encontramos todo lo que esperamos cuando accedemos a un vehículo de lujo. En el caso de la unidad de pruebas, y a las fotos me remito, el cuero preside hasta el salpicadero, con dos tonos diferentes y va de serie para los tapizados en esta terminación Prestige.

Los mandos, su dotación, que incluye hasta volante calefactable y otras sofisticaciones, ya nos indican que estamos ante un vehículo de corte y valores premium.  Sólo tenemos que decir que los asientos no sujetan mucho, pero son bastante cómodos y la postura de conducción se consigue bien gracias a los múltiples reglajes, incluido el del volante en altura y distancia que, por cierto, es mecánico y no eléctrico.

 Dinámico y poderoso

Puestos en carretera, el Range Rover Evoque nos indica que la experiencia de Land Rover es densa y sobrada. Va de maravilla. Bien asentado, las suspensiones aceptan el trabajo duro de las carreteras o pistas en mal estado sin problemas. Sólo tenemos que tener en cuenta las inercias de sus casi 1.700 kg de peso. Sus ruedas, de nada menos que 19 pulgadas de diámetro, tampoco son ajenas a esta separación entre vaivenes de las suspensiones y los movimientos de la carrocería.

El motor de la unidad de pruebas era el 2.2 diésel de 190 CV. Un propulsor de 4 cilindros que permite unas excelentes aceleraciones, y un comportamiento en carreteras abiertas excelente. Sin embargo los consumos no nos han resultado bajos, ya que no hemos sido capaces de bajar de los 8,5 litros, y su unión con un cambio de marchas automático de 6 relaciones tampoco nos ha parecido tan fino como esperábamos.

El motor acepta mejor rodar a medio y alto régimen que por debajo de las cifras de par máximo y el cambio muestra un resbalamiento del convertidor de par quizás excesivo, y algunas dudas a la hora de hacer las transiciones entre marchas, lo que puede sin embargo solucionarse en parte utilizando el cambio de forma manual, a través de las levas dispuestas tras el volante.

En resumen. El Range Rover Evoque nos ha parecido un vehículo muy original y atractivo, con un diseño impresionante. Un coche diferente en suma. Esta muy bien presentado, con una calidad extraordinaria. La versión Prestige tiene una dotación de serie de primer nivel, y junto con las opciones montadas, se  eleva el precio de esta unidad hasta los 53.100 euros.

Tanto en carretera asfaltada como en pista, ya sea en terreno seco o mojado, nieve o hielo y si necesitamos utilizar su sistema Terrain Response de cuatro modalidades de elección,  su tracción integral y las múltiples ayudas electrónicas,  nos permitirán transitar con indudable seguridad en todos estos terrenos. Incluso no quedará fuera de nuestro alcance realizar excursiones con la tranquilidad que proporcionan los vehículos de la marca.

 

FICHA TECNICA
Nº Cilindros: 4 en línea
Cilindrada: 2.179 cm3
Tipo de combustible: Gasóleo
Potencia: 190 CV a 3.500 rpm
Par máximo: 420 Nm a 1.750  rpm
Cambio: Automático de 6 relaciones
Neumáticos : 235/55 R 19
Carrocería
Nº de plazas: 5
Peso en vacío: 1.670 kg
Depósito de combustible: 60 litros
Dimensiones
Largo/Ancho/Alto: 4.355/1.965/1.635  mm
Vía delantera/trasera: 1.625/N.D. mm
Distancia entre ejes: 2.660 mm
Capacidad del maletero: 550 dm3
Prestaciones
Velocidad máxima: 200 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 8,5 s
Consumos Urbano/Extraurbano/Mixto: 7,8/5,7/6,4 l/100 km
Emisiones de CO2: 149 gr/km
PRECIO: 48.700  euros
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Francis

Autor: Francis

Periodista especializado en temas del motor. Novedades, tecnología, seguridad vial y pruebas de nuevos modelos.

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