Los Licores

Bebida para la charla y sobremesa

El licor es una bebida alcohólica obtenida a partir de la destilación y a la que posteriormente se le ha aromatizado y edulcorado. Su origen se remonta hasta la antigüedad clásica, apareciendo las primeras referencias en los escritos del heleno Hipócrates, quién decía que los ancianos destilaban hierbas y plantas para curar enfermedades actuasen como tonificantes.

Los licores siempre han estado ligados a las creencias de ser remedios medicinales para sanar enfermedades, pociones amorosas o afrodisíacos. Cada pueblo, cada rincón del mundo ha elaborado sus propios licores a través de la experiencia empírica heredada de sus antepasados, una elaboración ligada también a la magia y lo ritual, ya que eran los curanderos, los monjes recluidos en sus monasterios o los brujos los que producían guardando celosamente sus recetas, y curando extrañas enfermedades y desconocidas dolencias.

La realidad era que los licores tenían un alto contenido alcohólico, entre los 27º y 55º, que no solía detectarse, al ocultarse tras sus colores y sabor dulzón. Quienes los consumían sin ningún control ni cuidado, se olvidaban de los colores y realizaban propósitos poco habituales, atribuyendo estos hechos a las propiedades mágicas de aquellas pociones.

Conocidos como elixires, aceites y bálsamos, finalmente consiguieron la designación de “licor”, aunque no fue hasta el final de la Primera Guerra Mundial cuando se dio la primera definición oficial de lo que eran los licores:

“Bebidas hidroalcohólicas aromatizadas obtenidas por maceración, infusión o destilación de diversas sustancias vegetales naturales, con alcoholes aromatizados, o por adición a los mismos de extractos aromáticos, esencias o aromas autorizados, o por combinación de ambos, coloreados o no, y con una alta proporción de azúcar. Tendrán un contenido superior a 30º Vol.”.

Y junto a esta evolución de su nomenclatura, se avanzó también en el proceso para su elaboración en el alambique, que en los siglos XV y XVI, salió de su encierro en los monasterios para extenderse a todos los pueblos y ciudades del planeta.

Producción y consumo

Existen varias formas de producción de los licores. Los más finos se preparan destilando alcohol de alta graduación en el que se ha macerado un saborizante (cortezas de naranja, semillas de alcaravea o endrinas”, y endulzándolos, posteriormente, con azúcar. Otros se elaboran agregando las hierbas o las frutas a la destilación base, lo que permite conservar el brillo, frescura y bouquet de estas.

Estas bebidas se clasifican, en función del número de ingredientes, en licores simples, que cuentan con una única sustancia y mixtos, que se elaboran con varias hierbas, frutas o especias. Según su combinación de alcohol y azúcar, los licores pueden ser:

Extra secos: hasta un 12% de endulzantes.
Secos: con un 20-25% de alcohol y un 12-20% de azúcar.
Dulces: 25-30% de azúcar y 22-30% de azúcar.
Finos: 30-35% de alcohol y 40-60% de azúcar.
Cremas: 35-40% de alcohol y 40-60% de azúcar.

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Redacción

Autor: Redacción

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