Nociones básicas para parecer un experto…
La palabra Champagne viene del latín campania, que significa “campo abierto y llano”. La legislación europea reserva el uso de las menciones “champagne” y “méthode champenoise” para los vinos de dicha región. Normalmente, los vinos espumosos elaborados por fermentación en botella en otros países utilizan otras menciones como “método tradicional”, caso de los “cavas” españoles.
El Champagne se produce y elabora en la región de la Champaña, situada a unos 150 kilómetros de París. Se trata de los viñedos más septentrionales de Francia.
El viñedo de Champagne consta de 36.000 hectáreas de terreno clasificado como A.O.C. Los rendimientos de los últimos años rondan de 11.000 a 12.000 kilos de uvas, por hectárea y unos 68 hectólitros por hectárea.
Champagne sólo representa el 2% del viñedo francés. En el año 96 se produjeron 256.000.000 de botellas, de las cuales 161.000.000 se consumieron en Francia y 95.000.000 en el exterior.
El terreno… y su uva.
El clima, el suelo y el subsuelo varían en las distintas zonas. Destacan cuatro grandes regiones:
– La Montaña de Reims, en la que se ubican los viñedos de la Pinot Noir.
– El Valle del Marne, donde encontramos la Pinot Meunier.
– La Côte de Blancs, el territorio de la Chardonnay.
– La Côte de Bar y Aube, con presencia de la mayoritaria Pinot Noir.
La A.O.C. Champagne solamente admite tres variedades para la elaboración del Champagne:
Chardonnay.
Representa el 26% del total. La encontramos al sur de Epernay y al este de la Montaña de Reims en la Côte de Blancs. Los vinos jóvenes tienen un color amarillo pajizo con ribetes verdosos. Los aromas que predominan son: flores blancas (espino, acacia), frutas blancas (manzana, pera), cítricos (limón, pomelo), especias (jengibre, pan de molde, harina de centeno). En boca son equilibrados, con bastante acidez, frescos, vivaces, nerviosos, de gran finura. Son largos con buena persistencia.
En los vinos de Chardonnay con más crianza, el color es amarillo intenso con reflejos verdosos. Los aromas predominantes son: frutas blancas (manzana, pera madura), frutas de hueso (ciruelas claudias, mirabel), frutos secos (avellanas, almendras), panadería (masa de bizcocho, ensaimada, mantequilla). En boca son equilibrados, frescos, con buena acidez pero con más cuerpo, largos y persistentes.
Los de mayor envejecimiento tienen un color oro verdoso o pálido con reflejos dorados. Los aromas que destacan son: frutos secos (almendra, avellana, pan de higos, almendra garrapiñada), torrefactos (café, chocolate negro belga, cacao), monte bajo (champiñones, hojarasca, bosque, flores secas). En boca son redondos, persistentes, largos, con una acidez equilibrada y con cuerpo.
Pinot Meunier.
Supone el 39% del viñedo de Champagne. La encontramos fundamentalmente en el Valle del Marne. En los vinos jóvenes, el color es amarillo claro con reflejos rosados. Los aromas predominantes son: frutas blancas (manzana, pera), frutos rojos (fresa, frambuesa). Vinos largos, suaves y con buena estructura.
Los vinos con más crianza presentan un color amarillo con ribetes rosados y anaranjados. Los aromas más destacados son: frutos maduros o acompotados (mermelada de membrillo, compota de manzana, frutas rojas en almíbar), frutos confitados, bizcochos, miel, cera. En boca son redondos, suaves y persistentes.
Los de un envejecimiento largo tienen un color oro verdoso con matices rosados. Los aromas son de frutos secos, tostados (café, moka, cacao), nuez, miel, cera. En boca son redondos, suaves y persistentes. Meunier significa molinero, por el vello blanco que recubre sus hojas. Es la más rústica de las variedades de Champagne.
Pinot Noir.
Ocupa el 35% de la superficie y la encontramos, sobre todo, en la Montaña de Reims. En los vinos jóvenes, el color es amarillo claro con ribetes rosados de mayor o menor intensidad. En nariz predominan los aromas de los frutos rojos (frambuesas, fresas, grosellas) y las flores (violeta, rosa silvestre). En boca son vinos estructurados, poco vivaces pero con buena persistencia.
Los vinos más maduros tienen un color amarillo con ribetes rosados y anaranjados. Los aromas predominantes son: frutos rojos maduros (fresa, cereza, grosella), licor de fruta, frutas en almíbar, polen, miel, coco, especias (pimienta, nuez moscada). En boca son estructurados, redondos, potentes y persistentes.
Los vinos de largo envejecimiento tienen un color más rosado que verdoso. Los aromas son: frutos secos (higos secos, pasas, almendras, avellanas, pan de higos), mermelada de frutos rojos, pan grillé, café y notas animales (caza, piel, cuero). En boca son amplios, ricos, redondos, potentes, largos y persistentes.
El medio físico
Los suelos. Los suelos son calcáreos; principalmente de creta, (carbonato de cal terroso impregnado de elementos minerales). La creta aporta nutrientes y actúa como regulador térmico e hídrico. Asegura un drenaje perfecto, permitiendo la filtración del agua sobrante hacia las capas más profundas y garantizando la humedad necesaria a la capa más superficial del suelo. Además, retiene el calor solar para restituirlo durante las épocas de frío, actuando de regulador de temperatura para conseguir una mejor maduración de la uva.
La base calcárea llega a alcanzar los 200 metros de profundidad y está recubierta por una fina capa de tierra cultivable. La implantación de la viña en colinas favorece una mejor orientación solar.
El clima es continental y septentrional. La temperatura media es de 10.4º, clima casi extremo teniendo en cuenta que la viña no sobrevive por debajo de los 10º.
En relación con el ciclo de la vid el clima de la Champaña tiene dos momentos especialmente peligrosos; las granizadas y las heladas.
Para proteger al viñedo en Champagne se utilizan habitualmente dos métodos:
1. Instalar estufas en las viñas para calentar el aire y no permitir que las plantas se hielen.
2. Regar la vid por aspersión para que el agua, al transformarse en una fina película de hielo, proteja las hojas y los brotes jóvenes de un frío más riguroso.
