Cueva El Soplao

La naturaleza hecha Catedral.

La Cueva del Soplao, en Rábago, Cantabria, es un complejo kárstico descubierto en la explotación de la mina de la Florida. Gracias a la quiebra de la explotación minera, se conserva en un estado de conservación excepcional y ha sido posible su re-descubrimiento y disfrute por el gran público. Sin duda, una de las mejores atracciones naturales de Cantabria.

La historia de la Cueva del Soplao es ciertamente singular. En 1885, se funda la Compagnie des Mines et Fonderis de la Province de Santander y comienza la explotación del zinc y plomo a partir de minerales, como la galena, la blenda y la calamina que se escondían bajo la superficie de la Sierra del Escudo de Cabuérniga. De ella se extrajeron 75.000 toneladas de materiales. Una explotación industrial cargada de emociones estéticas.

Lo que la Compagnie desconocía, es que en ese mismo enclave, se desarrollaba un complejo kárstico impresionante. Con 20 km de galerías inventariadas – pueden ser más – hoy es un verdadero paraíso de espeleotemas:, estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas, perlas de las cavernas, formaciones excéntricas, dientes de perro…

En algún momento de la explotación, se descubrió la “gran catedral del Soplao”. Cuando el tajo invadió la caverna, se produjo una corriente de aire al conectarse ambas cavidades, lo que llaman los mineros, “el Soplao”. Pero no fue hasta mucho tiempo después, cuando la mina dejó de ser rentable, cuando el Espeleo Club Cántabro la descubre de nuevo y da a conocer la importancia singular de este recurso geológico.

Un auténtico tesoro de la naturaleza que estaba escondida bajo la superficie.

La singularidad de esta cueva no es sólo la variedad y cantidad de formaciones, que toma la caliza al cristalizar en sus paredes, techos y suelos, sino la blancura de las mismas, merced a una riqueza en carbonato cálcico que no se da en otras cuevas similares. Asimismo, se han encontrado en “El Soplao” un yacimiento de ámbar, que ha permitido descubrir dos especies nuevas de insectos y que promete ser fuente de otras muchas.

La visita puede realizarse en dos modalidades. La visita general, apta para todos los públicos, nos lleva en una hora por una galería acondicionada donde veremos la Galería de los Fantasmas, el mirador de Lacuerre y la Ópera, espectacular esta última por la profusión de excéntricas potenciadas por el juego de luces instalado. También tenemos la visita deportiva, es algo más larga y nos va a llevar hasta el Campamento, el Órgano y el Bosque, en un recorrido de dos horas y media.

Durante la visita podremos conocer un poquito de la explotación minera, pues accedemos con un tren minero, algo ruidoso, pero emocionante para los niños. También veremos cómo algunos enclaves del Soplao fueron utilizados en la explotación minera como escombrera, balsas de agua, o almacenaje, destruyendo una pequeña parte.

En definitiva, una buena atracción para disfrutar de la naturaleza cántabra en familia, incluso en un día lluvia… No olviden llevar algo de abrigo, incluso en verano.

MÁS INFORMACIÓN:
www.elsoplao.es

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Redacción

Autor: Redacción

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