Chicago

La construcción como sueño

La llegada a Chicago resulta espectacular. Siempre me quedo extasiado ante su aspecto de triunfadora y sus rascacielos que compiten con los de Nueva York no sólo en altura sino también en diseño; y es que fue aquí donde surgieron los grandes arquitectos especializados en rascacielos, la famosa escuela de Chicago de principios de siglo XX.

Chicago es una ciudad distinta a la cosmopolita Nueva York, a la señorial Boston y a la bulliciosa Los Ángeles. Chicago es una ciudad del interior, de la América profunda. Una ciudad de duros inviernos que encumbró a la gloria a los valientes que levantaron el primer Chicago y que hizo famosas las fechorías de Al Capone y sus pistoleros.

A pesar de todo lo leído y oído sobre Chicago, en esta ciudad se encuentran todos los contrastes de Estados Unidos. Sin embargo, si por algo también tenemos que venir a Chicago es por su impresionante arquitectura. En ningún otro lugar del mundo se pueden encontrar tantos edificios de Mies Van der Rohe, sin olvidar algunas de las obras más significativas de Frank Lloyd Wright: a lo largo de Forest Avenue y de Chicago Avenue descubrimos obras del genial arquitecto, o incluso escondidas en Oak Park.

Aunque los enfrentamientos raciales entre su población fueron famosos, cuando camino por el Loop, el centro de la ciudad, descubro que aquí todo es lujo, riqueza y poder. El Loop es el epicentro de Chicago, un museo al aire libre con espectaculares rascacielos que crecieron para construir la nueva ciudad que surgía después del devastador incendio de 1871.

En un bar del centro entablo conversación con un locuaz camarero que se llama Dick y que a pesar de no haber nacido en la ciudad, la considera casi suya. Sus relatos traen a colación los momentos históricos que tanto apasionan a los americanos y que han vivido casi “en directo” gracias a las películas, como el incendio que arrasó completamente la ciudad y por supuesto el poder de la Mafia durante la Ley Seca. “A pesar de todo ello, Chicago sigue sobreviviendo, porque Chicago es eterna”, se enorgullece de decir Dick.

Lo que parece eterno es su fastuosa arquitectura. Recorrer el Loop es una tentación irresistible para los amantes de la arquitectura ya que las obras maestras en forma de edificios se suceden una tras otra. Llama la atención apreciar cómo los rascacielos o el Adler Planetarium, situado al borde del inmenso lago Michigan, son edificios rodeados de grandes espacios abiertos o plazas con esculturas y bancos que humanizan el paisaje de cemento y cristal… La vida en altura también puede ser emocionante.

Web relacionadas.
www.tourismchicago.org
www.gochicago.com
www.cityofchicago.org

Hotel Recomendado
Amalfi Hotel Chicago www.amalfihotelchicago.com

Línea aérea:
Iberia ofrece vuelos directos entre Madrid y Chicago con ofertas interesantes en su web.

Secreto:
De crucero por el corazón de la ciudad. Si se quiere ver realmente bien la metrópoli, esta es la mejor forma de hacerlo: bordeando el famoso río Chicago mientras vas escuchando la entretenida e informativa narración que los guías hacen sobre la ciudad.

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Redacción

Autor: Redacción

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