Laurent Perrier

Las burbujas que vigilan la historia.

Las burbujas del Champagne tienen algo especial… Pequeñas, sutiles y con una trayectoria lineal, desde la profundidad de la copa hasta la superficie… Luego vienen las emociones. Dicen que el champagne es el vino del pecado… pero también es el de la felicidad. Por eso,   si hay que celebrar algo o simplemente queremos darnos una alegría, una botella de Laurent Perrier puede ser un buen cómplice.

En la pequeña población de Tour sur Marne, casi a mitad de camino de Eperney y Chalons en Champagne, su calle principal luce el pomposo nombre de Avenida del Champagne. Allí  detrás de una lustrosa reja aparece la casa madre de la marca Laurent Perrier.

L-P no pierde de vista su pasado. Mientras que las tropas de Napoleón iban perdiendo terreno en la península ibérica y los españoles nos “preparábamos” nuestra primera Constitución, se creaba su marca. Era el año 1812 cuando Alphonse Pierlot, tonelero y embotellador, montaba su propia bodega y en 1881 la entregaría a su jefe de bodega. Nadie mejor que Eugene Laurent y su esposa, Matilde Emilie Perrier, para consolidar un proyecto. Los apellidos de un matrimonio daban nombre a una etiqueta, que serviría para cambiar de siglo, celebrar el fin de la Primera Guerra Mundial o las juergas más escandalosas del Paris de artistas, genios y  millonarios.

Con la Segunda Guerra Mundial, las cajas de Laurent Perrier se convirtieron a veces en un botín que se robaban y recuperaban como si fueran obras de arte. Aquellas botelas L-P son  unas piezas más del patrimonio enológico de la  Humanidad. La expansión de la marca y su vinculación a la familia Nonancourt han hecho de su etiqueta un reclamo tan elegante, como cotizado…

La filosofía del Laurent Perrier no podía ser más diáfana: “Calidad en los vinos, calidad de las personas”. Historia y modernidad, aquí se puede presumir de ser una de las primeras bodegas productoras de Champagne en utilizar cubas de acero inoxidable para que la fermentación se haga a baja temperatura y para que el vino mantenga sus propiedades desde el inicio de su producción.

No todos los champagnes son iguales, aunque procedan de la misma familia. Por eso, del Laurent Perrier hay que hablar en singular. Personalmente, Laurent Perrier explota con sus Bruts. Un champagne perfecto que marida maravillosamente con cualquier aperitivo. Gracias a la uva Chardonnay y a la uva Pinot Noir se consiguen matices y aromas de gran complejidad. Un aperitivo que tenga de protagonista al Laurent Perrier Brut alcanza la excelencia y el refinamiento. Ya sea con un buen foie del Perigord u ostras de Arcachon, lo cierto es que sus burbujas ligeras y duraderas enaltecen la comida. Un capricho que nos merecemos…

Laurent Perrier
www.laurent-perrier.fr
Domaine Laurent Perrier
51150. Tours – sur – Marne. Francia
Tlf: (33) 3 26 58 91 22

 

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Redacción

Autor: Redacción

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