Los coches ciudadanos están desarrollando desde hace tiempo versiones especiales, más atractivas, equipadas y personales para seducir a clientes que no les prestan demasiada atención.

Vehiculos como el Citroën C1 son muy prácticos, pero también muy limitados, al especializarse casi a una circulación en los entornos urbanos. Solo el segmento superior ya muestra muchos más argumentos para realizar algún viaje menos esporádico, por lo que es el elegido de muchos compradores. Esta situación no es reciente ni nueva, pero se espera que con las nuevas limitaciones a los consumos, con barreras de emisiones mucho más estrictas, los coches pequeños por peso, dimensiones y potencia, tengan en un futuro un mayor protagonismo, ya sea como coches convencionales o versiones eléctricas puras.

Sin embargo, las marcas tratan de seducir a un público más joven con versiones muy especiales. Este es el caso del Citroen C1 Urban Ride, que se distingue por unos pasos de rueda más anchos, carcasas especiales en los espejos retrovisores en blanco y unas llantas de aleación especiales de 15 pulgadas, además de algunas pegatinas y adornos que definen esta colección especial. También estrena un nuevo tono exterior de carrocería Rojo Scarlet.

En su interior  el Citroën C1 Urban Ride incluye nuevas tapicerías bitono en gris y blanco con pespuntes rojos, una banda de salpicadero exclusiva con otros detalles en blanco Porcelana y negro brillante. El motor elegido es el 1.0 de tres cilindros de 72 CV con cambio manual. Está ya disponible para pedidos por 10.690 euros, que incluye la opción de cámara de visión trasera sin recargo.