Atención a la maniobra

Aparcar la autocaravana o sacarla de una plaza de Camping o área, son con seguridad las operaciones que más nos van a estresar, con permiso del trafico en pueblos o ciudades pequeñas.

 

El gran tamaño del vehículo y la falta de visibilidad, son los aspectos que más complican las maniobras. Además, y si estamos acostumbrados a un turismo convencional, el espejo retrovisor que tenemos en el parabrisas solo tiene la utilidad de ver el interior.

La primera recomendación es recurrir a la prudencia y realizar las maniobras lo más despacio posible y siempre que podamos, que nuestro copiloto se salga del coche y nos proporciona las indicaciones e información necesarias a base de signos o hablando con el cuándo sea posible. Su colaboración es imprescindible en estos casos.

Analizar el terreno

Tanto si contamos con su ayuda, como si vamos a realizar la maniobras en solitario, es conveniente lo primero analizar el terreno, bajando del vehículo para ver la zona en la que pretendemos situar el vehículo. Hay que ver lo que rodea la zona de aparcamiento. Su inclinación, si la anchura es generosa o justa y, no lo olvidemos, ver si los árboles o los elementos de sombra si los hubiera, pueden ser un problema por la altura de la autocaravana. La altura es una de las cotas que poco contemplamos en un turismo, pero que en una autocaravana es fundamental. Analizar la trayectoria que seguiremos también nos proporciona una idea de la generosidad o limitaciones de la plaza y de la necesidad de situarla en un lugar exacto que luego nos permite estar lo más cómodos posibles para abrir garaje, puerta o ventanas.

Una vez comprobado el entorno, nos moveremos despacio, con la máxima lentitud. Asi, además, en caso de error de apreciación los golpes y desperfectos serán menores. No importa repetir las maniobras las veces que haga falta. Hay que pensarlas primero. Los primeros días nos tenemos que dar un margen de error y con el tiempo lo iremos reduciendo.

 

Uno de nuestros más fieles aliados será la cámara de marcha atrás, y en su defecto los indicadores acústicos de maniobra. Sin embargo, no prescindamos nunca, si podemos, de las indicaciones de una segunda persona, a la que por cierto debemos mencionar que no se le olvide controlar los obstáculos que podemos tener en la parte de arriba, que muchas veces se olvidan. Por último, y para mejorar la comunicación, unos intercomunicadores pueden ayudarbastante, ya que oirás las indicaciones aunque no veamos a nuestro ayudante, lo que permitirá a este último estar en la zona más conflictiva en vez de situarle en una zona en la que podamos verle.

Por último, el mejor consejo es no tener prisa y movernos muy despacio. Con estas dos recomendaciones lo primero que sacaremos si nos confundimos será minimizar los daños como ya hemos comentado y repetimos por su importancia, y lo que podría ser un desastre se convierta en un simple arañazo sin excesivas consecuencias.

 

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Francis

Autor: Francis

Periodista especializado en temas del motor. Novedades, tecnología, seguridad vial y pruebas de nuevos modelos.

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