Volkswagen Arteon 2.0 TDI 4 Motion DSG R Line. Probamos el cupé práctico de VW.

El Volkswagen “cupé” formó parte de la familia Passat en un principio, para luego añadirse como un modelo independiente, pasando a denominarse CC secas. Ahora modifica su nombre ganando en independencia dentro de Volkswagen.

El Arteon se convierte en un vehículo con personalidad, pero no poco difundido. Es un cupé especial, sobre el que nos hacemos una pregunta ¿Qué es lo que perdemos frente a un cupé? Pues prácticamente nada, mientras que ganamos en accesibilidad al interior y practicidad, manteniendo un diseño que tiene cada vez más una enorme cantidad de seguidores.

4,86 m con estilo y atractivo

No estamos precisamente ante un coche pequeño. El Arteon llega a los 4,86 m de longitud lo que permite conseguir un interior con una enorme habitabilidad, sobre todo en sus generosas plazas posteriores, con una longitud para las piernas digna de una berlina de representación, y una cota de altura más que razonable. Su peso de nada menos que 1.828 kg es también muy notable debido a la presencia de la tracción integral 4Motion.

La capacidad innata para desplazarse se completa con un maletero de enormes proporciones, con 563 litros de capacidad total, medida en la que prevalece su enorme profundidad. Por otro lado el diseño del interior del Volkswagen Arteon y las líneas que definen su exterior con el acabado R Line son espectaculares. Discreto pero afirmando una deportividad manifiesta por fuera, con un interior de primerísimo nivel, que trata de facilitar las cosas al conductor y provee a este y a los pasajeros de todos los argumentos técnicos existentes para aumentar la seguridad y la comodidad. Su instrumentación digital, con una enorme pantalla central, por cierto muy accesible e intuitiva, son algunos de los detalles distintivos, lujosos y tecnológicos que adornan muchos de los aparados del Volkswagen Arteon.

Sobresaliente en movimiento

Este tipo de vehículos nos recuerdan a aquellos modelos de grandes dimensiones, animados con motores potentes, que se caracterizaban principalmente por sus excelentes dotes ruteras.Los que antes se denominaban Gran Turismo. Eso es lo que nos ofrece el Volkswagen Arteon. Además de diseño, se muestra como un auténtico devorador de km a muy buenos cruceros. Ayuda el motor diésel sobrealimentado que proporciona 239 CV, pero sobre todo disfrutamos de un buen cambio de marchas inmejorable, el DSG de 7 relaciones, que administra de forma excelente los 500 Nm de par, con una reserva de aceleración en cualquier régimen encomiable. Además, al final nos ha proporcionado un consumo de 6,6 litros, lo que no está nada mal, aunque estemos sumando sobre todo autovía a cruceros no exagerados, flirteando en los bordes de lo sancionable.

Volkswagen hace con el Arteon un guiño a su clientela más exigente y demuestra que sabe hacerlo y que si no completa aún más su gama por este lado es por una clara definición de la personalidad de cada marca del grupo. Cumple con las premisas que satisfacen a un conductor más Premium. Tiene un diseño rompedor, que con el tono de carrocería elegido para la unidad de pruebas nos ha impedido pasar inadvertidos. Anda más que suficiente, con solo 6,5 segundos para llegar a los 100 km/h, sus consumos son muy bajos y tecnológicamente no tiene que envidiar nada a sus hipotéticos rivales, todos representantes de las más consideradas marcas Premium.