¿Amante del frío de verdad? Moscú, Misnk y Helsinki son perfectas para ti, porque estas capitales europeas rara vez superan los cero grados en invierno. Los que persiguen el calor tienen en destinos como La Valeta, Lisboa o Nicosia su gran alternativa vacacional en Europa para estas gélidas fechas.
Los termómetros de las capitales europeas alcanzan en invierno temperaturas muy dispares que hacen de ellas destinos soñados para unos y odiados para otros. Y es que, según arroja un estudio de eltiempo.es, por nuestro continente el mercurio marca desde 20 grados en la zona más subtropical como las Islas Canarias, a temperaturas bajo cero en las regiones nórdicas y del Norte y Este de Europa.
En busca del frío
Pero, como marca la estación, esta es, le pese a quien le pese, época de frío. Y, aunque parece que el invierno por fin se ha decidido a visitar España, son muchos los viajeros que salen en busca de ciudades frías de verdad, invadidas por la gélida brisa, el aroma del café caliente y una bonita estampa tapizada por la nieve porque, hay que reconocerlo, tiene su aquel.
Para ellos, Efetur sugiere una escapada a alguna de las diez capitales más frías de Europa -Moscú (Rusia), Misnk (Bielorrusia), Helsinki (Finlandia), Vilna ( Lituania), Riga (Letonia), Kiev (Ucrania), Oslo (Noruega), Tallin (Estonia), Estocolmo (Suecia) y Ereván (Armenia)-, cuyas temperaturas medias en invierno oscilan entre uno y ocho grados bajo cero.
De todas ellas, Moscú se alza con el título a la capital más fría, con inviernos extremos que llegan a registrar temperaturas medias de invierno de siete grados bajo cero. En segundo lugar, Ereván (Armenia) cuyo grado y medio bajo cero de media en la temporad, aunque dista del récord ruso, le convierte en otro de esos destinos que promete una bocanada de aire más que fresco.
Estos destinos se caracterizan por tener un clima continental húmedo y, geográficamente, se ubican en el Norte y Nordeste de Europa. Todos salvo Ereván, cuyas bajas temperaturas son el resultado de su enclave en el valle del Monte Ararat, entre las montañas del Cáucaso, que mantiene el aire frío procedente de Rusia durante todo el invierno.
¡Quiero calor!
Rebajar las capas de abrigo, cambiar la infusiones por cerveza fría o dejarse seducir por los rayos de sol que desafían el frío es la otra cara de la moneda, esa que corre a cargo de ciudades mediterráneas como La Valeta (Malta), la más cálida del continente, con una temperatura media de 13 grados. Tras ella, Lisboa (Portugal), Nicosia (Chipre), Mónaco (Mónaco), Atenas (Grecia), Roma (Italia), Tirana (Albania), Madrid (España), Podgorica (Montenegro) y, a la cola del ranking, Londres (Inglaterra), con casi seis grados de temperatura media.
La capital española es la séptima capital europea más cálida, con una temperatura mínima de siete grados en los meses de diciembre, enero y febrero. Aunque todavía habrá que esperar para cambiar el abrigo por las chanclas y los gorros por crema solar, lo cierto es que pasar el invierno descubriendo alguno de estos destinos lo hace más llevadero y nos recuerda, aunque sea de soslayo, que el reloj primaveral marca ya su cuenta atrás.
BEATRIZ MAPELLI / EFETUR
