Mercedes-Benz presenta mundialmente la segunda generación del GLC, el SUV de la clase intermedia de la marca.
El Mercedes-Benz GLC se sitúa como SUV de la clase intermedia de la marca, sustituyendo a la antigua Clase G.
Diseño más actual
El diseño ha mejorado, con líneas más suaves y redondeadas y sin tantas aristas como su predecesor.
Los llamativos faros tiene la opción de ser LED, y los paragolpes con protector de bajos integrado están disponibles en tres variantes.
Interior de categoría superior
Su interior se parece más al del nuevo GLE que a su antecesor, con una línea más moderna y materiales y acabados de alta calidad. Además tanto el habitáculo como el maletero son más amplios, y el techo panorámico de cristal opcional contribuye a esa sensación.
El maletero tiene ahora una capacidad de 550 litros, 350 para la versión híbrida.
Motores prestacionales pero ahorradores
La gama de motores la componen dos propulsores diésel, uno de gasolina y un híbrido enchufable.
Los dos motores diésel son los 220 d y 250 d, con 170 y 204 CV respectivamente, y con un consumo medio homologado de 5 litros en ambos casos.
La versión gasolina es el GLC 250, con 250 CV y un consumo medio de 6,5 litros.
La versión híbrida enchufable es la denominada 350 e tiene 320 CV y emite solo 60 g/km de CO2, alcanzando los 235 km/h de velocidad máxima.