Prueba Abarth 595C Turismo 1.4 16v T-Jet 160 CV

Observando únicamente las imágenes del Abarth 595C Turismo ya podemos adivinar que el modelo que esta vez ha pasado por nuestras manos no es ni vulgar ni convencional. Firmado por Abarth nos proporciona deportividad y refinamiento a raudales.

Abarth 595 C Turismo

El Abarth 595C Turismo es un coche para los más osados, y es que pasar de Fiat a Abarth lo hacen casi los valientes, aquellos que, además de aceptar el enorme desembolso, quieren disfrutar de algo muy poco convencional. En realidad eso es lo que ofrece el Abarth 595C, salirse de todos los convencionalismos. Un deportivo de tan pequeñas dimensiones no entra dentro de los cálculos de aquellos que buscan una deportividad más normal. Se irán a coches ligeramente más grandes, coupés de diseño, cabrios de culto, pero pocos se atreverán a elegir un coche tan peculiar como el Abarth 595C Turismo. Mejor que mejor, porque los valientes que se decidan tendrán un coche único, con una enorme personalidad en su aspecto y en su movimiento y será muy difícil que se den de bruces con un vehículo igual al nuestro.

Abarth 595 C Turismo

La base del Fiat 500 ha servido para desarrollar el 595, que en esta ocasión monta de serie el kit Esseesse. Además de la centralita, utiliza suspensiones más evolucionadas, con amortiguadores especiales y muelles de menor recorrido y mayor dureza. Lo primero que tenemos que decir es que la dureza en general del vehículo no es ni mucho menos exagerada.  En este sentido nos ha sorprendido que las irregularidades no se nos trasladen con excesiva contundencia, a pesar de que se nota, sobre todo a nivel de balanceo, que estemos ante un vehículo que pretende conseguir la máxima velocidad de paso por curva.

Abarth 595 C Turismo

El cambio empleado para domar sus 160 CV que proporciona el motor de 1,4 litros turboalimentado, es una caja manual pilotada de únicamente 5 relaciones. No hay más, pero se echa en falta otra relación, aunque se podría dejar el mapa del cambio con un desarrollo final solo ligeramente más largo. Lo que si nos ha convencido es su buen funcionamiento. Estamos acostumbrados a cambios manuales pilotados que por lo general son excesivamente bruscos, y con la potencia de este pequeño propulsor, pensábamos que se nos podía poner en aprietos. Sin embargo nuestros miedos se nos mostraron infundados. Incluso arrancando en rampa de garaje, el Abarth 595C Turismo se  sujeta bien y sale casi dulcemente, por lo que no es un problema en cuanto nos acostumbremos al tacto del acelerador, que se muestra muy progresivo y permite adecuar muy bien la entrega de potencia. De todas formas el sistema de arranque en pendiente es también definitivo, ya que esos dos segundos que nos sujeta son imprescindibles para arrancar sin sonrojarnos.

Poderío a raudales

Desde luego prestaciones no se echan de menos. Además, las escasas dimensiones del vehículo, el sonido especialmente modulado por Abarth y la deportividad de su interior nos hacen vivir sensaciones ya desde que nos ponemos a sus mandos y que difícilmente nos trasladan coches de más tamaño. Además, su agilidad es portentosa, gira en un palmo y los controles de tracción se encargan de solucionar las inevitables pérdidas de adherencia que en un coche de estas características se producirían casi sin solución.

Abarth 595 C Turismo

Por sus dimensiones, no le podemos pedir un excesivo aplomo, ni en recta ni en curva. En recta a gran velocidad hay que conducirlo y estar atento. En curva muestra un comportamiento sorprendente. Es muy vivo de reacciones, pero también bastante noble, sin movimientos nerviosos o imprevistos. Va por donde le indicamos y no hay que luchar con él para que cumpla las órdenes del volante, lo que dice mucho de su nobleza.

Interior de lo más deportivo

El interior del Abarth 595C Turismo también está especialmente presentado. Con la carrocería descapotable además, el coche es un auténtico bombón, pero no nos olvidemos del precio final.

Lleva un equipamiento muy completo, con todo lo que necesitemos. Es cierto que faltan huecos donde dejar las cosas, que no tiene guantera y que las bolsas de las puertas son estrechas, pero no estamos ante un coche convencional. Y lo notamos nada más ver el tono y las formas de los asientos tapizados en un excelente cuero rojo, la instrumentación con el botón Sport que trasfigura la información y el carácter del Abarth 595C Turismo ya que modifica el mapa del motor, el recorrido del acelerador, el sonido se vuelve más prominente, ronco y deportivo  e incluso otros aspectos como la asistencia de la dirección se modifican ligeramente.

Abarth 595 C Turismo

 

El Abarth 595C Turismo no es un coche funcional, eso está claro. Es un vehículo especial en las formas y mucho más en el fondo. No podemos exigirle ahorros de combustible, aunque no consume mucho –7,5 litros de media no está muy mal para la potencia que genera.

Con lo que ofrece tampoco es como hemos repetido barato, y mucho menos convencional en  ninguno de sus aparatados. El Abarth 595C Turismo es un coche para disfrutarlo, bien paseando con la capota quitada, o para tratarlo con mano dura en ese tramo en el que sabemos que hay poco tráfico y menos vigilancia.

 

Ficha Técnica

Motor

Nº Cilindros: 4 en línea

Cilindrada: 1.368 cm3

Tipo de combustible: Gasolina

Potencia: 160 CV a 5.500 rpm

Par máximo: 230 Nm a 3.000 rpm

Cambio: Automática pilotada de 5 relaciones

Neumáticos : 205/40 R 17

Carrocería

Nº de plazas: 4

Peso en vacío: 1.170 kg

Depósito de combustible: 35 litros

Largo/Ancho/Alto: 4.657/1.627/1.485  mm

Vía delantera/trasera: 1.409/1.402 mm

Distancia entre ejes: 2.300 mm

Capacidad del maletero: 185dm3

Prestaciones

Velocidad máxima: 209 km/h

Aceleración de 0 a 100 km/h: 7,6 s

Consumos Urbano/Extraurbano/Mixto: 8,4/5,4/6,5 l/100 km

Emisiones: 151

PRECIO: 26.250 euros

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Autor: Francis

Periodista especializado en temas del motor. Novedades, tecnología, seguridad vial y pruebas de nuevos modelos.

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