No parece que en Porsche se hayan conformado con tener un GT3 convencional. Han querido ofrecer a sus clientes una herramienta mucho más eficaz para competición, aunque la realidad es que es un vehículo que puede matricularse sin ningún tipo de problemas y circular por cualquier carretera.
El GT3 RS lleva un motor de cuatro litros de cilindrada que proporciona 500 CV de potencia y un par de 480 Nm. Todo se traslada al suelo a través de la clásica caja de cambios PDK de 7 relaciones. Hasta aquí nada extraordinario, o fuera de lo que nos tiene acostumbrados la marca alemana.
Sin embargo lo que más destaca en este GT3 RS es sin duda el trabajo realizado para reducir los kilos, mejor dicho, los gramos, en la construcción de su estructura y carrocería. Techo de magnesio, aletas, capó y tapa del motor en fibra de carbono. En definitiva, mejor reparto de masas, una considerable reducción de la altura del centro de gravedad, y un ahorro de peso de 10 kg que pueden parecer poco, pero situarlo en los 1.420 kg totales ya es todo un logro.
La ayuda de los retoques en aerodinámica también han sido fundamentales para conseguir bajar el crono, ya que se ha mejorado de forma notable la velocidad de paso por curva de este coche de competición. Lo mismo sucede con algunos “añadidos” tecnológicos, como la dirección en el eje trasero y el Porsche Vectoring Plus, con un diferencial autoblocante variable que adaptan su funcionamiento al tipo de trazado y las condiciones de adherencia.
La guinda la pone su equipamiento exclusivo, con elementos tomados nada menos que del 918 Spyder. Los asientos por ejemplo. De serie lleva una jaula antivuelco especial atornillada tras los asientos, preinstalación para el equipo de desconexión de la batería, cinturón de seis puntos para el conductor, extintor y un Paquete Sport Chrono que incluye cronómetros integrados en el salpicadero y una aplicación que nos traslada toda esta información a nuestro teléfono inteligente.
Como resultados unas cifras de prestaciones que nos dejan impresionados. 310 km/h de velocidad máxima. 3,3 segundos en llegar a los 100 km/h. 10,9 en superar los 200 y unos consumos oficiales de 19,2 litros en ciudad, 8,9 en carretera con una media de 12,7. Sus niveles de CO2 son de 296 gramos/km y cumple perfectamente Euro 6.
