Volkswagen Golf TDI CR 140 CV Variant

Con la disparidad de carrocerías que existen, a las que muchos fabricantes están añadiendo imaginativas posibilidades, la elección es cada vez más difícil. Sin embargo la tradición sigue manteniendo en un lugar de privilegio, diríamos que en el mejor, las carrocerías familiares, SW, o como cada fabricante tenga a bien denominar.

Volkswagen habla de los Variant y la verdad es que si somos racionales y analizamos nuestras necesidades con un poco de realismo, esta carrocería se convierte con mucha diferencia en la más adecuada para solucionar nuestras necesidades de trasporte con los mejores resultados prácticos y con la menor inversión de medios económicos.

Ofrecer un mayor espacio sobre nuestras cabeza, como generalmente  proporcionan los vehículos monovolumen, tiene únicamente beneficios a nivel de luminosidad del habitáculo y capacidad de carga. Sin embargo lo pagaremos en consumos, rumorosidad y balanceo de la carrocería, o lo que es lo mismo, en una matizable merma del confort.

Con los SUV sucede más de lo mismo, añadiendo un precio bastante más dilatado. Las carrocerías familiares son las mejor situadas en todos los sentidos y esta del Golf añade algunos elementos de tipo práctico dignos del mejor monovolumen. Por ejemplo, los asientos posteriores se recogen actuando sobre dos tiradores situados a ambos lados de los laterales del maletero, con lo que transformar el interior es fácil y obliga a muy poco esfuerzo.

Su perfil aerodinámico es el mismo que el de la berlina y seguramente mucho mejor que el de un movolumen de categoría equivalente. En este sentido la influencia en los consumos es más baja ayudando al motor a conseguir mejores prestaciones.

Puesto además en carretera, el Golf Variant no sacrifica ninguno de los aspectos dinámicos de la berlina. Lógicamente es algo más largo, lo que se nota en ciudad, pero en carretera se comporta de maravilla. Mantiene su distancia entre ejes y únicamente cargado hasta topes se puede notar que llevamos un vehículo más capaz.  El motor es sin duda uno de los más brillantes de su segmento, porque a además de distribuir muy bien el par a lo largo de toda la gama de revoluciones, no gasta.  Anuncia 5,1 litros de media y nosotros nos hemos movido en en entorno de los 6,1 todo el tiempo, lo que demuestra la eficiencia del conjunto.

La versión probada tiene una dotación especial. La combinación entre tono de carrocería, techo solar, y acabados generales, con una enorme cantidad de opcionales, le proporcionan un aspecto inigualable. Seguramente estamos ante el coche ideal, por lo menos a nosotros nos lo parece, porque no podemos ocultar nuestra predilección por este tipo de carrocerías. Sin embargo  también es verdad que el precio le sitúa en una frontera lejana, por lo menos para el conductor medio, debido al enorme número de opciones que llevaba montada la unidad de pruebas.  La versión básica cuesta 27.920 euros, y la verdad es que va muy bien equipada de base, aunque su precio no es, como vemos, muy accesible.