Toyota no solamente expone sus productos en los eventos destinados al automóvil, incluso se atreve con el Salón del Juguete que se desarrolla en Tokio y expone un prototipo para toda la familia, mucho más cercano a lo que es un automóvil eléctrico convencional, que a un efímero juguete. Consiste en un modelo con la carrocería desmontable de plástico, que puede ser personalizada completamente mediante múltiples combinaciones de colores, además de permitir que mayores y pequeños compartan la emoción de conducir, preparando a estos últimos para el futuro. El estilo descapotable y compacto le proporciona mucho atractivo, con una enorme visibilidad y facilidad de conversión.
Las tres plazas forman un triangulo, con una única plaza delantera. El sistema de propulsión eléctrico es tan sencillo que lo puede conducir hasta un niño. Y no es una exageración, ya que se pueden ajustar los pedales y el asiento para que un niño de baja estatura pueda conducirlo, y así poder entrar en contacto con el apasionante mundo del automóvil, aunque sea en su faceta de propulsión eléctrica. Gracias a la configuración de los asientos, un adulto puede ayudar al niño desde la plaza trasera, sujetando el volante, comunicándole así toda la confianza al futuro conductor.