Destacadas compañías internacionales, como Air France, Australian Airlines, Air Canadá, pero también otras low-cost como easyJet o Ryanair, que mueven al año millones de pasajeros están introduciendo en sus menús de a bordo la denominada línea de comida Gourmet, y lo hacen con el objetivo de atraer más clientes, aunque todas ellas anuncian que este tipo de comida se cobra y muy bien.
Las personas que han creado un programa, una línea Gourmet en la comidas de a bordo, desean que cesen las numerosas críticas de los pasajeros en general, que encuentran la comida en los aviones como francamente escasa y mal preparada, fundamentalmente cuando se trata de viajes de largo recorrido. El acceso a la línea Gourmet tiene un cargo adicional pero es bien aceptados por muchos pasajeros. Es el caso de Air France que ofrece en la clase económica platos como terrine de foie gras, o Austrian Airlines con su Wiener Schnitzel y sushi por unos 15 euros.
Las aerolíneas están explorando todo aquello en lo quepueden cobrar por un servicio que va más allá del básico, pareciéndose un poco más a las low cost, hasta llegar a la creciente tendencia de las aerolíneas de cobrar por todos los servicios auxiliares, incluido el acceso al lounge de pre-embarque o a la elección de los asientos en el avión. Esta medida llega dos décadas después de que Ryanair iniciara una revolución cultural en Europa haciendo que los pasajeros pagaran los snacks o las bebidas a bordo; una medida que, criticada por todos en su día, es ahora una práctica casi generalizada en Europa. Las ‘ventas suplementarias’ de las compañías aéreas que incluyen desde comidas especiales a espacio adicional en el compartimiento para equipaje de mano se han multiplicado por más de diez, hasta los 36.000 millones de dólares desde el año 2007 y representando un 5% del total de 680.000 millones de dólares que ganaron las aerolíneas el año pasado. Estos datos fueron dados a conocer por Tony Tyler, el máximo responsable ejecutivo de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, IATA.
