Prueba Opel Astra 5p 2.0 CDTI 165 CV Sportive S&S

El Opel Astra es el compacto de la marca por excelencia. Son muchas sus generaciones y también muchas las tendencias de diseño que ha seguido. Si el Golf tiene un estilo muy continuista, en el Astra los cambios entre generaciones han sido constantes y completos.

El salto entre la anterior generación y esta ha sido completa. No tiene nada en común. De hecho, se ha cambiado hasta lo que podría considerarse como la imagen de marca.

Ahora la imagen del Opel Astra es mucho  más dulce y menos agresiva. Ha crecido de forma notable y ofrece en general una más que correcta habitabilidad, menos en el espacio trasero para las piernas que podría sin duda mejorarse.

A nivel de comportamiento, también el cambio generacional le ha venido estupendamente. La versión probada se mostraba algo ruda al paso por los ralentizadores y obstáculos puestos en las ciudades, con golpes de suspensión notables, pero no se le podía poner ninguna pega cuando se trata de exigirle todo lo que podía proporcionar en lo que a buen comportamiento en terreno virado se refiere. Muestra un enorme predominio del tren delantero en apoyos marcados y enérgicos, pero en toda situación su comportamiento es de una enorme calidad. Se sujeta y mantiene la trayectoria de forma exacta.

Su motor diésel de dos litros y 165 CV se muestra especialmente preparado para llevarnos con mucha soltura y brillantez. Sin embargo no hemos obtenido los consumos que la marca publicita, con sólo 4,5 litros de media, una cifra que consideramos bastante optimista por cierto y que sigue reflejando  las diferencias entre las cifras que homologan los fabricantes y las que en realidad proporcionan todos los vehículos en situaciones normales. 215 km/h de velocidad máxima y 9,0 segundos en llegar a los 100 km son buenas cifras de prestación sin embargo.

Nos ha gustado mucho su interior.  Tiene quizás un exceso de teclas, lo que agobia en una primera toma de contacto, pero se disfruta de una excelente ergonomía y mejor calidad y presentación general. Disfruta del efecto Insignia, modelo que ha marcado un antes y un después en la marca. Sólo, como hemos ya comentado, las plazas posteriores no tienen las dimensiones generosas que se espera de un vehículo de su tamaño, pero no llega a niveles exagerados. En un vehículo de 4.419 mm de longitud, tampoco un maletero de 370 litros es enorme, pero tampoco esta rematadamente mal.

Este Opel Astra que ahora probamos es seguramente la mejor generación de este compacto con la que nos ha deleitado la marca. Tiene un buen diseño, sin estridencias, amigable. Su comportamiento es excelente y esta versión TDCi de 165 CV s muestra especialmente correcta y recomendable, aunque estamos hablando de un vehículo con un precio sólo correcto