La Rioja

La tierra del buen vivir

 

La Rioja es una fiesta para los sentidos. Un puzzle formado por campos y viñedos donde las piezas principales son los pequeños pueblos llenos de encanto y elegancia señorial. Aquí nuestro viaje se hace más lento, porque es inevitable querer prolongar la estancia. Dicen que se vive tan bien, que la vida debe ser un poco más cara. Hablar de La Rioja no es sólo hablar de vino.

Por supuesto que hay que salir desde Logroño, capital de La Rioja, que ha crecido al paso de la ruta jacobea. Cuentan las crónicas que la existencia de un viejo puente sobre el río Ebro favoreció el establecimiento de un burgo, tal y como dispuso el rey Alfonso VI hace mil años. Buen comercio, mucho arte y ese ritmo de vida tan peculiar de las capitales de provincia.

Viajando en coche las pequeñas carreteras son el canal perfecto para llegar a ese mundo que integra naturaleza e historia. Siempre va a ser un placer conducir por la sierra de la Demanda, junto al Najerilla. Curva a derecha,  camino a la izquierda y vamos dejando a ambos lados de la carretera un sinfín de iglesias y ermitas que nos recuerdan un pasado cargado de señores y vasallos, batallas contra “el moro” y algún que otro relato que mezcla la historia con la leyenda.

Eso se entiende perfectamente cuando divisamos por primea vez el Monasterio de Valvanera, en plena montaña, escondido en un laberinto de caminos… En cuanto a la fundación de este monasterio, cuenta la leyenda que un hombre llamado Nuño, cuya vida se caracterizaba por el vicio, se arrepintió de su existencia y se retiró a una cueva para orar y pedir perdón. Fue aquí donde tuvo una revelación que le llevó a caminar por este valle en busca de la imagen de la Virgen que encontró en la oquedad de un roble.

Mientras que nos vigila el pico Quiles, de unos 1.300 metros de altitud,  nos acercamos a la cuna del castellano: San Millán de la Cogolla, con sus dos monasterios, el de Suso y el de Yuso, ambos Patrimonio de la Humanidad. Y para diferenciarlos acudiremos al significado de sus nombres en latín: Suso, de “sursum”, que significa “arriba” y Yuso de “deorsum”, que es “abajo”.

Y después de este intenso recorrido por los inicios de nuestro idioma y literatura, terminaremos nuestro largo e intenso viaje en Nájera, la ciudad más histórica de La Rioja. Dividida por el río Najerilla, el nombre con el que fue bautizada por los árabes fue “Naxara”, lugar entre dos peñas. No hay que perderse el Monasterio de Santa María la Real – con iglesia gótica, claustro de los Caballeros y panteón real -, sus cuevas o el Museo Arqueológico.

Y por supuesto hay que llegar  hasta Ezcaray, para disfrutar de algunos de los restaurantes que han convertido a este pueblo en una meca gastronómica o comprarse una de las mantas que han dado tan buena fama al lugar. Siempre podemos hacer un tramo de la vía verde para llegar hasta Santo Domingo de la Calzada y Haro

Haro es un lugar perfecto para cargar nuestro coche con una buena colección de vinos. Etiquetas de prestigio, consejos de algún amigo y el gusto de cada uno que es siempre la mejor guía. El nuevo turismo enológico ha transformado algún convento en hotel como el Hotel de Los Agustinos, construido por Don Diego López de Haro, fundador de Bilbao, allá por el año 1373.

Si buscamos un pueblo con encanto, la parada obligada es San Vicente de Sonsierra, que se dibuja en el horizonte de la comarca de Haro. De la invasión francesa se cuenta una leyenda acerca de un vecino que tuvo una disputa con un francés. Como consecuencia de ésta, llegaron a las manos y el galo murió de un golpe en la cabeza. El riojano decidió esconder el cadáver en una cuba de vino para que el cuerpo desapareciera con la fermentación. No queriendo desperdiciar el caldo, lo servía a sus amigos diciendo “este vino es tan bueno porque tiene francés”. Expresión que ha merecido el rango de popular para definir un buen vino.

Qué visitar

La Ruta de los Monasterios

Nos llevará hasta los enclaves monacales más importantes de la provincia cómo el Monasterio de Santa María La Real (del siglo XI) de Nájera, o el Monasterio de Valvanera en la localidad de Anguiano a 1.026 msnm y en plena Sierra de la Demanda. Mención especial tienen los Monasterios de Yuso y Suso en San Millán de la Cogolla. La Sierra de la Demanda y su Vía Verde. Realizar algún tramo de esta vía, con una longitud de 54 Km. es el lugar perfecto para disfrutar de los maravillosos paisajes que nos ofrece esta región. Se puede realizar a pie, bicicleta o caballo. Más información en: www.viasverdes.com. Telf.: 941 291 100

Imprescindible

Ir hasta los Monasterios de Yuso y Suso, donde se realizaron las primeras anotaciones que dieron origen a la lengua castellana.

Mapa de la zona

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Redacción Viajes

Autor: Redacción Viajes

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