No han perdido el tiempo. Cuando el nuevo papa Francisco aún está instalándose en el Vaticano, sus compatriotas tratan de sacar partido al renombre que en solo unos días ha conseguido el primer Papa argentino. La “papamanía” llegó a la capital trasandina, que intentará sacar todos los beneficios posibles del nombramiento del primer Santo Padre latinoamericano. Por eso, comenzó una lucha entre el Gobierno local de Mauricio Macri y empresas privadas sobre quién estará a cargo de organizar las actividades turísticas. Primero fue un hotel de Buenos Aires, pero ahora es el propio Gobierno de la capital quien organiza lo que se ha dado en llamar “Papa Tour” que incluirá una visita a la casa natal del papa Francisco en el barrio de Flores y además recorrerá las distintas capillas en donde forjó su historia como párroco. Jorge Bergoglio, el actual pontífice,nació el 17 de diciembre de 1936 en Membrillar 531, barrio de Flores, actual comuna 7 de la capital argentina. Fuentes del Gobierno de la Ciudad explicaron que la intención no es sólo hacer el tour con la mirada puesta en la historia de Francisco, “sino poner en valor” el barrio de Flores. El recorrido incluirá la casa natal de Jorge Bergoglio, el colegio donde estudió, la parroquia en la que ofició sus primeras misas y también la sede del Arzobispado.
El “Tour del papa” que propone un hotel de Buenos Aires dura siete días y ofrece “una fascinante visión de los hitos que marcaron la vida del sacerdote jesuita”, según afirma el programa y propone a los turistas conocer el lugar donde nació el ex Arzobispo de Buenos Aires, una visita al Seminario Jesuita dónde estudio, el lugar donde dio clases, un recorrido por la Basílica de Luján y hasta una visita a las villas donde trabajó. Algunas de las propuestas incluyen lugares un tanto insólitos, como la Plaza Herminia Brumana de Flores, donde en su infancia Bergoglio jugaba futbol, o la línea A del metro, que utilizaba frecuentemente Bergoglio y cuyo recorrido une su barrio natal con la Plaza de Mayo, frente al Arzobispado de Buenos Aires. Todo por la módica suma de 970 dólares.
