Prueba Renault Clio Dynamique Energy dCi 90 S&S eco2

Renault nos ha devuelto su enorme actividad industrial, después de algún tiempo un poco ralentizada. El Clio y su derivado Captur, han sido las locomotoras del cambio. Ya tiene completa la gama del Clio, con la carrocería de cinco puertas que ahora probamos, un recomendable familiar, e incluso la versión deportiva RS con 200 CV de potencia. Además, en el pasado Salón de Ginebra, mostró ya de forma descarada, sus enormes ambiciones comerciales en el segmento de los SUV pequeños, con el atractivo Captur.

El cambio estético realizado en este nuevo Clio es muy importante. Se basa en un atractivo frontal, presidido por el rombo de grandes dimensiones. La combinación de elementos en diversos tonos, las luces de día y los grupos ópticos, le proporcionan un estilo llamativo. El perfil no acompaña tanto a esta excelencia en el estilo, ya que la distancia entre ejes generosa, quizás esté un tanto descompensado. Su zaga resulta limpia y sin demasiados elementos que la recarguen

Si el estilo del exterior es llamativo, la combinación de tonos que presenta el diseño interior de la unidad de pruebas, es de todo menos triste y anodino. Incluso podríamos decir que se han pasado un poco de la raya, si lo que queremos es un interior más convencional y menos adornado. Sin embargo no han ningún problema, el Clio satisface a los más jóvenes con este colorido, pero también ha pensado en aquellos que no pretendan pasar más desapercibidos, con otros acabados más serios y conservadores.

Lo que todos compartirán y disfrutarán sin duda es el enorme avance que se ha producido en lo que a acabados, materiales y ajustes se refiere. El salpicadero en su zona superior emplea plásticos mullidos con un tacto muy especial y agradable. La profusión de plásticos brillantes para la consola central, el volante y otros detalles en puertas es quizás discutible, pero no se puede decir que no estén a la moda, ya que son muchos los modelos que están siguiendo estas pautas estéticas.

Otro de los aspectos que nos ha llamado la atención ha sido la escasa proporcionalidad entre las dimensiones externas, y más concretamente su distancia entre ejes y su habitabilidad interior Quedan bastante bien las plazas delanteras en todos los sentidos, pero las traseras no son nada generosas. La altura libre es limitada, el espacio para las piernas se queda en discreto y la comodidad del respaldo y banqueta podría ser claramente mejores.

Sin embargo este detalle negativo no empaña el conjunto, que raya a enorme altura gracias a las  posibilidades dinámicas que proporciona este nuevo Clio. En concreto esta versión del motor de 1,5 litros con 90 CV nos ha permitido ver en el ordenador de a bordo unas cifras verdaderamente reducidas. Durante toda la prueba, no se han superado los 4 litros de consumo, una cifra que proporciona al Clio todos los argumentos necesarios para poder decir que estamos ante un coche verdaderamente eficiente y que nunca nos hará quejarnos de los consumos, todo lo contrario. En ciudad, el sistema Stast&Stop funciona muy bien, con mucha suavidad en el arranque y contribuye a reducir de forma clara los consumos si lo que más realizamos son desplazamientos en núcleos urbanos.

El nuevo Clio es un coche muy confortable, con limitada sonoridad y un buen ajuste entre dureza de suspensiones y un funcionamiento refinado. Su comportamiento es también más que correcto. Podrían haber corregido un poco el balanceo, pero no es exagerado. Es muy ágil, aunque la verdad es que se comporta mejor en curvas de amplio radio que en tramos muy virados. Está además muy preparado para los cambios de apoyo, pero nos hubiera gustado que la dirección nos informara un poco más y también un poco mejor de lo que pasa bajo los neumáticos.

El paso hacia delante dado por Renault con este nuevo Clio ha sido enorme. Nos ha gustado mucho su estilo, quizás habría que controlar un poco el colorido interior,  aunque hará las delicias de los más jóvenes,  pero fuera de las formas, este Clio tiene argumentos técnicos que nos permiten afirmar que estamos ante uno de los vehículos con unos consumos reales más bajos de su categoría, y eso, en los tiempos que corren, no deja de ser casi lo más importante.