Renault Mégane Coupé Dynamique Energy dCi 130 CV S&S

Dentro de la gama Mégane, el modelo más vendido en España en 2012 la versión de carrocería más demandada es la de cinco puertas. A diferencia de otros modelos, y siguiendo pautas de deportividad casi extremas, esta versión  de tres puertas adopta un estilo radicalmente deportivo coupé. con bastante radicalidad en sus líneas. De esta forma, gana en imagen y atractivo para aquellos que pretenden un vehículo con un aspecto más “racing”. Sin embargo, y eso es una norma si analizamos también a sus posibles rivales, pierde en practicidad, al tener un acceso a las plazas posteriores complicado y porque el espacio, debido a la escasa superficie acristalada, resulta un tanto agobiante.

Otro de los inconvenientes son las dimensiones de las puertas, muy amplias para permitir el acceso a las plazas posteriores, pero que dificultan la salida del vehículo cuando aparamos en batería, si las plazas no son de anchura generosa. De todas formas, ambos aspectos son inherentes a estas carrocerías y el comprador tipo ya debe plantearse estos sacrificios. Más lo del tamaño de las puertas que las plazas posteriores, ya que no pensamos que estas sean para utilizar constantemente.

Desde luego su estilo es poco convencional y avanzado, seguro que lo que desean una versión de corte deportivo a untranza. Tiene una zaga muy radical y un frontal diferente a la de la berlina de cinco puertas, justo por la inferior de los faros. En el interior es prácticamente igual, con la merma en habitabilidad posterior ya mencionada, y la dificultad de acceso. Está muy bien acabado, y esta versión Dynamique con un aspecto más deportivo, está muy completa en todos los sentidos, con Start y Stop de serie, por ejemplo. Para dos plazas resulta excelente en todos los sentidos y tiene además un amplísimo maletero de nada menos que 375 litros, con lo que viajaremos sin muchas restricciones de equipaje.

Su estilo le proporciona mucha  personalidad, su bastidor eficacia

En carretera el Renault Megane Coupé nos muestra con generosidad y en todos los trazados, el excelente bastidor que han desarrollado los ingenieros de Renault. Con una anchura de vías muy amplia para su segmento y en proporción con su longitud total, ya que tiene más de 1,54 m de separación entre centros de ruedas, el bastidor muestra una docilidad encomiable, respondiendo con rigor a las órdenes dadas con el volante, aunque tenemos que decir que la asistencia eléctrica de la dirección debería filtrar menos las sensaciones que el asfalto traslada a las ruedas.

Su motor, de última generación,  con 1,6 litros de cilindrada, nos asegura también un buen dinamismo, pero la verdad es que no resulta excesivamente elástico. Se muestra pletórico a alto régimen, por encima de las 1.800 rpm, pero por debajo la sensación de vacío es notable si no hemos elegido bien la marcha. Otro aspecto a tener muy en cuenta son los consumos, que a diferencia de las cifras de aceleración, que son más o menos normales, si se muestran a un nivel verdaderamente llamativo por su austeridad. Es aquí donde el motor demuestra que responde a conceptos muy modernos y avanzados. Se anuncia una media de 4 litros, cifra que no hemos conseguido imitar, pero si llegar a los 5,1 litros en toda condición, lo que es digno de resaltar y que sirve para colocar la economía de utilización entre uno de sus mejores activos. Nadie podrá quejarse de que este Mégane es caro de utilizar en términos de combustible.

En resumen, el Ranault Mégane Coupé es un coche que se compra por su estilo, por lo que aquellos que lo elijan, llevarán muy bien los ligeros sacrificios que tendrán que asumir. Bueno, ellos no, los que tengan que viajar en las plazas posteriores. Además, esta versión se muestra perfectamente adaptada a los desgraciados tiempos de recortes que vivimos por su competitivo precio final.