Desayunar en Palacio

O tomar el té, o  una copa… cualquier excusa es buena para dejarse caer por el hotel Santo Mauro, que recién estrena nueva decoración firmada porLorenzo Castillo. De la mano de la exclusiva marca de hoteles Autograph Collection, este hotel cumple ya dos décadas de amor y lujo. El lujo se nota…; el amor algunas veces se supone… A mí este hotelito me ha gustado de siempre; pero ahora ya es pasión lo que siento.

Es entrar en su gran salón y hace uno un viaje en el tiempo a aquella Inglaterra Victoriana de paredes enteladas, valiosas antigüedades, grandes sofás y mullidos cojines. El rojo predominante puede sorprender así de primeras; pero luego uno le va cogiendo gusto y cuando te descuidas has decorado el salón de tu casa casi igualito…   ¡Lástima de los 200 metros cuadrados de diferencia en tamaño!

Luego pasas al siguiente salón que, como en cualquier Château francés del siglo XVIII que se precie, es la sala china. Aquí las paredes tienen telas con temas orientales en plata y gris; pero lo que más me gusta son los armarios de laca negra y oro de la dinastía  Qing. No sé mucho del tema, un camarero me lo ha explicado con suma corrección. Tanta, que incluso, podría ofrecerle el puesto de mayordomo en mi casa…

Por fin llego al bar, que está justo enfrente. El salón Chivas, que es como se llama, me recuerda irremediablemente al Savoy de Londres en pequeñito. He pedido un Martini, que en realidad nunca me ha gustado, pero no va a venir una hasta aquí para pedirse una Fanta ¿no?

Tiene que ser una bebida sofisticada para hacer juego con el decorado, que parece salido de una película de los años 40 en los que Lauren Bacall seducía con un traje de satén pegado al cuerpo. Un busto del emperador Carlos V que data del siglo XVIII me mira con aprobación, que una no es una actriz de Hollywood,  pero tampoco está mal del todo. En las paredes todos son espejos de roble y laca, que reflejan la tenue iluminación…

¡Barman otro Martini que me acabo de ver una arruga!. Le cuento a mi acompañante,   porque aquí debería estar prohibido ir sola, que este verano desayuné en la terraza del Santo Mauro. Era una cosa de trabajo, pero yo estaba más concentrada en dejarme agasajar por los camareros, porque los detalles nunca están de más.

Con lo que ha bajado el servicio en este país que gusto da encontrarse con profesionales. Me pedí un huevo escalfado, que en pocos sitios saben lo que es, con salmón ahumado, y unas tostaditas en su punto justo. El café es Nespresso, y eso se nota, y va muy bien acompañado con una cajita de bollería fina donde los “croissants” se quedan sutilmente pegados a los dedos y las caracolas se deshacen en la boca.

No me da a mí el bolsillo para alojarme en palacio. No! No me da;  pero la próxima vez que vayan por el Santo Mauro, pasen por el salón Rojo que allí estaré yo recibiendo “en casa”.

Hotel Santo Mauro
www.ac-hotels.com
Cl. Zurbano, 36
20810 Madrid.
Tlf: 913 196 900
Habitaciones: Individuales, 6; dobles, 12; dobles especiales, 16; junior suites, 6; suites, 11

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Redacción

Autor: Redacción

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