Citroën DS4 HDI 160 Sport

Citroën pretende con su línea de vehículos DS subir un escalón como fabricante de automóviles. Con esta nueva serie, apuesta por el diseño, las prestaciones, la originalidad en las formas, y el lujo embarcado, en lo que se refiere a la calidad percibida, ajustes y materiales.

Citroën comenzó con esta línea de diseño con el pequeño DS3, un experimento que está teniendo algunos altibajos comerciales, más debidos a la profundidad de la crisis por la que atravesamos, que a la falta de valores del vehículo, que no ha aparecido en el mercado en el momento más propicio. El DS4 es la segunda entrega de la saga, que justo ahora se está completando con la peculiar berlina DS5, o deberíamos decir monovolumen.

El DS4 se apoya en la plataforma intermedia de la marca, utilizada ya por el brillante C4; pero su carrocería cambia radicalmente. Por fuera tiene un estilo bien definido, poderoso, macizo, con curvas marcadas, volúmenes generosos y una enorme sensación de calidad. En el interior se disfruta, y también se sufre como veremos, esta  radical apuesta por el diseño.

Priman las formas

Conductor y acompañante están tan cuidados como si fueran en un vehículo del segmento Premium. Atrás sin embargo, es prácticamente un dos puertas cuando estamos sentado en la banqueta posterior, con la única diferencia de que hemos entrado a través de dos puertas rematadamente estrechas. El hecho de que las plazas también estén situados bastante retrasada,s contribuye también proporcionar la sensación de estar en un vehículo de dos puertas. Incluso como en un tradicional tres puertas, los cristales posteriores son fijos. Su maletero es muy regular y cubica 359 litros. Hacer mención a la calidad de materiales, al diseño del salpicadero, que combina distintos materiales, dos tonos, elementos cromados y llamativos adornos, y a la generosa riqueza de equipamiento, nos sirve también para definir su enorme personalidad Premium.

Excelente motor HDI de 163 CV

Está versión que hemos probado va animada por el motor HDI de dos litros y 163 CV, lo que le proporciona un dinamismo de primera división. Su aceleración es bastante buena, con sólo 8,6 segundos en llegar a los 100 km/h, lo mismo que sus recuperaciones y su velocidad máxima, que supera con holgura los 200 km/h. Los consumos además con bastante recortados. Anuncian sólo 5,1 litros de media. Los neumáticos que llevaba montado el DS4 eran los enormes opcionales de 225 en perfil 40, alojados en unas negras y llamativas llantas de nada menos que 19 pulgadas de diámetro. A nosotros los consumos en prueba se quedaron en los 6,4 litros, pero hay que incluir todos los recorridos, lo que no nos parece exagerado ya que en carretera abierta es posible bajan incluso de los seis litros sin hacer demasiados malabarismos.

Nos ha gustado mucho su comportamiento. Aunque traslada al volante movimientos parásitos en fases de fuertes aceleraciones.Las ruedas se comen cualquier irregularidad del asfalto cuando circulamos a buen ritmo, proporcionando un aplomo de primer nivel, a lo que los tarados de las suspensiones no son tampoco ajenos. Bien asentado de ambos ejes, el trasero será dificil que se muestre, mientras que el delantero no tiene una tendencia nada marcada hacia el suvbiraje.

Bien resuelto, atractivo, pero con un precio elevado

El Citroën DS4 nos ha parecido un producto excelente. Debido a su especial diseño y al escalón que pretende ocupar, se le disculpa todo lo que hace referencia a la especial definición de las plazas posteriores. Pretende ser un vehículo con un estilo digno de un tres puertas, pero con la comodidad de acceso de uno de cinco. No es, ni lo uno ni lo otro, pero aplaudimos el intento y cumple de sobra y con muy buena nota en todo lo que se refiere a presentación, dotación y calidad de acabados; todo con un diseño muy original, indicado para aquellos que quieran distinguirse. Sólo su precio no resulta muy accesible. Los más de 28.000 euros sin opcionales, no definen un coche barato precisamente.