Posada de Lalola
La casa de un amigo.
En Buera, pequeña aldea del Somontano, y bajo las sombras de la Sierra aragonesa de Guara, se enclava esta posada. Miguel Ángel Fernández, su dueño, ha intentado plasmar su personalidad en ella. Esta casa irradia alegría y abre sus puertas a todo aquel que quiera pasarse por allí. La persona que entra se siente arropado por unos brazos imaginarios que acogen y amparan. Cordialidad sincera que anima a repetir!
Desde una primera ojeada, existen detalles que no se pueden pasar por alto. Por ejemplo, la cesta con el desayuno es dejada por la mañana en las puertas de las habitaciones, a modo de picnic. De esta forma el huésped elige el rincón donde quiere tomarlo. El lugar estrella suele ser el jardín posterior de la casa. En este espacio tan acogedor las vistas son excepcionales y parece tener un hilo musical propio consistente en los suaves balidos de las ovejas.
Miguel Ángel es el mejor promotor de la zona del Somontano. Convertido en cocinero y hotelero “después de un susto cardiaco”, ha logrado algo que consiguen muy pocos hoteles: ser el mejor embajador de una comarca. Este aire de confianza se respira de forma natural y es uno de los hechizos que fideliza a los clientes.
La casa, construida alrededor del año 1856, ha sido rehabilitada manteniendo los rasgos de la arquitectura regional, con la cubierta de teja árabe y las tradicionales chimeneas aragonesas de piedra con formas redondeadas y con las peculiares espantabrujas. La fachada se completa con una reja muy antigua de un convento y un gran arco, en tonos crudos, que da la bienvenida.
La magia de sus estancias interiores radica en su sencillez. La decoración esmerada se basa en materiales como los suelos de barro hechos a mano, las vigas de madera y mobiliario de anticuarios de Aragón. La frescura del ambiente y su luminosidad viene de la mano de los estampados de los tejidos, a juego con las paredes. Los óleos salpican el salón de estar, que está diseñado a dos alturas.
Tan sólo hay que cruzar la calleja para llegar al restaurante de la Posada de Lalola, exponente de cocina casera, elaborada con productos naturales de la tierra. Su interior, pequeño y coqueto, no dispone nada más que de seis mesas por lo que se recomienda reservar para poder disfrutar de los manjares elaborados en los fogones. La cocina que se presenta es básicamente mediterránea, con ternasco, bacalao y guisos locales, con calidad y poca tontería, que “lo importante es que la gente unte pan en la salsa y sonrían cuando pidan el postre”. Por supuesto, todo acompañado por los vinos de la Denominación de Origen Somontano.
En los alrededores de la posada se descubren paisajes dominantes de viñedos. Asimismo, se recomienda visitar alguna de las siete bodegas que hay en la zona, que elaboran vinos con Denominación de Origen Somontano. También es curioso dar un paseo por Alquézar, situado a tan sólo 6 kilómetros de Buera. Este pueblo medieval, de calles empedradas, posee un castillo y una colegiata del siglo XI.
En cuanto a la visita de espacios naturales, se recomienda el de la Sierra y Cañones de Guara, donde los amantes de la naturaleza encontrarán aquí un lugar donde practicar barranquismo, rafting y senderismo. Hay otros sitios… pero ninguno tiene a un anfitrión tan bueno. Gracias Miguel Angel.
Posada de Lalola.
www.laposadadelalola.com
laposadadelalola@yahoo.es
Cl. La Fuente, 14
22146. Buera. Huesca
Tlf: 974 318 437
Habitaciones: Seis habitaciones dobles.
