Hyundai Tucson Diésel

El Hyundai Tucson es un SUV compacto que se lanzó por primera vez en 2004 y se ha convertido en uno de los modelos más exitosos de la marca sur coreana.

Su nombre hace referencia a la ciudad de Tucson, en Arizona, y desde el principio se orientó a combinar practicidad familiar, confort y un cierto enfoque aventurero. Nuestros protagonistas ya están en su cuarta generación. En esta nueva etapa ha llevado el modelo hacia un diseño más futurista y una gama mecánica electrificada (mild hybrid, híbrida e híbrida enchufable), consolidando al Tucson como uno de los SUV de referencia en Europa tras dos décadas de historia.

Las versiones que hemos probado, PHEV (híbrida enchufable) y 1.6 CRDi 136 CV 48V (híbrida ligera diésel) representan dos interpretaciones distintas de la eficiencia: una enfocada en la movilidad eléctrica diaria, otra en el bajo consumo en largos trayectos.

Diseño exterior

Ambas versiones comparten una línea exterior inconfundible. El nuevo Tucson presenta un estilo robusto y futurista, marcado por su parrilla paramétrica que integra de forma elegante las luces diurnas LED. Las superficies tensadas de la carrocería, los pasos de rueda pronunciados y las llantas de aleación de gran tamaño subrayan su imagen musculosa. En la zaga, los pilotos traseros unidos por una franja luminosa refuerzan su personalidad, mientras que los acabados cromados y la aerodinámica cuidada aportan sofisticación y eficiencia.

Interior y confort

El habitáculo combina minimalismo y tecnología. El puesto de conducción envuelve al conductor con una doble pantalla totalmente digital: un cuadro de instrumentos de alta definición y un sistema multimedia central de generosas dimensiones. Los materiales transmiten calidad y el espacio a bordo es uno de los mejores del segmento, con plazas traseras amplias y un maletero que varía según la motorización: más grande en el 48V, más contenido en el PHEV por la batería.

El aislamiento acústico, la climatización tri-zona y los asientos calefactables y ventilados subrayan el enfoque premium del modelo.

El Tucson PHEV combina un motor de gasolina 1.6 T-GDi 4×4 con un motor eléctrico y una batería que permite recorrer más de 60 kilómetros en modo 100% eléctrico. Su potencia conjunta ronda los 265 CV, ofreciendo un rendimiento sobresaliente y una conducción suave, ideal para moverse en ciudad sin emisiones.

Por su parte, el Tucson 1.6 D 136 CV 48V emplea tecnología mild-hybrid de 48 voltios que asiste al motor diésel en fases de aceleración y arranque. El resultado es un consumo muy ajustado y una respuesta más refinada, perfecta para quienes recorren largas distancias o buscan autonomía superior sin comprometer eficiencia.

Dinámica de conducción

La dinámica de conducción del Hyundai Tucson Plug-in Hybrid (PHEV) 4×4 se caracteriza por ser equilibrada y orientada al confort, más que a un enfoque deportivo puro. En cuanto al manejo, el Tucson PHEV 4×4 destaca por su tracción total inteligente (AWD), que incluye el modo Terrain para adaptar la motricidad a diferentes superficies, como nieve o barro, mejorando la seguridad en condiciones adversas. La transmisión automática de seis velocidades con convertidor de par es suave y natural, con opción de levas en el volante para un control más manual en modos como Sport.

Sin embargo, su peso de 1.889 kilos, lo hace menos ágil que versiones no híbridas, aunque mantiene una respuesta fluida y refinada, con una dirección sólida y un manejo confiable en curvas. No es un vehículo que emocione por sus reacciones deportivas, pero resulta muy agradable en el día a día, con una dinámica equilibrada que prioriza la comodidad.

El confort de marcha es uno de sus puntos fuertes: ofrece una suspensión cómoda, un interior insonorizado y silencioso a velocidades de crucero, y un rodar refinado que absorbe bien las irregularidades del camino. En modo eléctrico, la conducción es especialmente suave y sin vibraciones. Para entornos off-road ligeros, el sistema 4×4 proporciona tracción adicional, aunque no está diseñado para uso extremo.

Si hablamos de la versión de gasóleo, el Hyundai Tucsons CRDi, su enfoque está dirigido a la efciencia y versatilidad, uso familiar o trayectos largos. En cuanto al manejo, el Tucson CRDi destaca por su suspensión bien ajustada, que prioriza el confort absorbiendo irregularidades del asfalto sin ser seca en baches, mientras contiene los movimientos de la carrocería en curvas y enlaces rápidos.

Las reacciones son nobles y predecibles, con un eje delantero que transmite claridad al acercarse a los límites, lo que facilita la conducción en carreteras de montaña o autopistas. La dirección es precisa y comunicativa.

Los modos de conducción incluyen Normal, Eco (para optimizar consumo) y Sport (que aumenta la respuesta del motor y la rigidez de la suspensión en versiones ECS), permiten adaptar el comportamiento al gusto del conductor. La transmisión manual inteligente de 6 velocidades incorpora embrague electrónico que permite ahorros al desacoplar automáticamente. El confort de marcha es uno de sus fuertes: insonorizado, con asientos cómodos y un interior espacioso.

Seguridad y sistemas ADAS

El Tucson incorpora los más avanzados sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) de Hyundai. Entre ellos destacan el control de crucero inteligente con función Stop & Go, el asistente de mantenimiento de carril, la frenada automática de emergencia con detección de peatones y ciclistas, y el monitor de ángulo muerto con cámara. Estas ayudas logran una conducción más segura y reducen la fatiga en largos desplazamientos.

Multimedia y conectividad

El sistema multimedia integra una pantalla táctil de hasta 10,25 pulgadas, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y funciones conectadas mediante Bluelink, que permite controlar y planificar aspectos del coche desde el móvil, como el estado de carga en el PHEV o la climatización remota. Además, la experiencia se completa con sonido premium y actualizaciones inalámbricas del software.

En definitiva, tanto el Hyundai Tucson PHEV como el Tucson 1.6 CRDi 136 CV 48V simbolizan dos enfoques complementarios: el primero orientado a quienes buscan una conducción eléctrica diaria con un plus de potencia, y el segundo ideal para los que valoran la autonomía, el bajo consumo y la sencillez. En ambos casos, el Tucson combina diseño, tecnología y seguridad de manera ejemplar, consolidándose como uno de los SUV más equilibrados y avanzados del momento.