
Teleférico de Fuente De
La comarca de Liébana es un refugio natural y emocional ubicado dentro el Parque Nacional de los Picos de Europa e ideal para desconectar del ajetreo diario y reconectar con la naturaleza, la tradición y los placeres simples.
En la Comarca de Liébana, el tiempo se detiene para dejar paso a la emoción, a sus montañas majestuosas, bosques centenarios, pueblos con historia y sabores auténticos que convierten cada visita en algo inolvidable.
Enfoque de sensaciones y de emociones
Oído y tacto: El murmullo constante del río Deva, que acaricia las piedras en el Desfiladero de La Hermida (el más largo de España, con 21 km de gargantas impresionantes excavadas en roca caliza). Se invita a caminar por sus sendas, sentir el agua fresca y “perder la noción del tiempo” en el nacimiento del río o las cascadas de Camaleño, donde la conexión con la naturaleza es “pura”.

Nacimiento del río Deva
Olfato: Respirar profundo el aire limpio de los bosques lebaniegos, con hojas otoñales que forman un “mosaico natural” de ocres y tostados. Estos bosques, testigos de generaciones, invitan a paseos meditativos bajo la sombra de hayas, robles y encinas.
Gusto: La gastronomía como culminación del viaje. Se destaca el orujo artesanal (licor destilado con tradición en las aldeas), que se catará en bodegas abiertas al visitante en Potes y otros pueblos. Acompañado de queso picón de Bejes-Tresviso (D.O., azul e intenso) o el emblemático cocido lebaniego (con garbanzos pedrosillanos, berza y compango), cada bocado “se convierte en memoria”. Otros productos mencionados implícitamente son la miel de Liébana (D.O.), vinos de la tierra y tostadillo.

Gastronomía rural con el cocido lebaniego como principal atracción culinaria
Vista: El clímax visual llega con el Teleferio de Fuente Dé (en Camaleño), que asciende 753 metros en 4 minutos hasta los 1.823 m del Mirador del Cable, ofreciendo panorámicas infinitas de los Picos de Europa como “un mar de montañas”. Es el broche perfecto para contemplar los macizos en su esplendor, con nieves eternas y valles profundos.
Liébana no es solo “conocer”, sino “sentir, saborear y descubrir” los pequeños detalles cotidianos que la rutina urbana oculta. Es un destino para todos los sentidos, donde la geografía (vallée protegido con microclima mediterráneo, más soleado y templado que el resto de Cantabria) permite cultivos únicos y una biodiversidad rica (fauna como rebecos, osos pardos o aves rapaces).

El gusto por el arte y el gusto por los quesos
La comarca abarca siete municipios (Potes como capital medieval con torres, puentes y caserones; Camaleño, Cillorigo de Liébana, Cabezón de Liébana, Pesaguero, Tresviso y Vega de Liébana), con atractivos complementarios como el Monasterio de Santo Toribio de Liébana (lugar santo con el Lignum Crucis, el fragmento más grande de la Cruz de Cristo; meta del Camino Lebaniego).
Comentar que el último Año Jubilar Lebaniego fue 2023-2024 (cerrado en abril 2024); el próximo será en 2031 (o similar, cuando el 16 de abril caiga en domingo), pero el monasterio y el camino siguen abiertos todo el año para peregrinaciones y visitas espirituales.

Picos de Europa desde San Miguel
Liébana es ideal en cualquier estación: otoño para colores boscosos y gastronomía, invierno para nieve en cumbres, primavera para flores y verano para rutas frescas. Se promueve como turismo sostenible, activo (senderismo, vías ferratas) y cultural, con pueblos encantadores como Mogrovejo o Lebeña (iglesia mozárabe).
Así, la Comarca de Liébana es un “paraíso escondido” donde naturaleza, historia y sabores se funden en una experiencia transformadora.
Para más detalles: https://www.comarcadeliebana.com/ o portales como turismodecantabria.com y caminolebaniego.com.

Bodegón de Orujos y licores
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