El Mini Cabrio era el único que faltaba. Después de que la marca desvelara el originar y reformado Clubman, únicamente faltaba el Cabrio para completar el cambio total en la gama, incluyendo la desaparición de dos modelos, el Coupé-Roadster y el Paceman.
La filosofía del nuevo Cabrio es similar al anterior, pero eso sí, con un ligero cambio de dimensiones, ya que es 98 mm más largo, 44 mm más ancho y 1 mm más alto. Dispone de mayor batalla, con un aumento de 28 mm y las vías con más anchas, 42 mm delante y 34 mm detrás. Todo esto redunda en un mayor espacio interior, y unos asientos más grandes y también más confortables. El maletero sube hasta los 215 litros con la capota cerrada y 160 cuando viajamos descubiertos.
Lo más importante sin duda es la nueva paleta de motores, utilizando el tres cilindros con 136 CV para el Mini Cooper Cabrio, un cuatro cilindros de 192 CV para el Mini Cooper S Cabrio y los 116 CV de la variante diésel Mini Cooper D Cabrio. Estos motores están unidos a una caja de cabios de 6 relaciones, aunque existe la posibilidad de montar el cambio automático Steptronic también de 6 relaciones y levas en el volante.
Uno de los aportes más importantes de esta nueva generación, es la disponibilidad de los más modernos sistemas de seguridad y control del vehículo, al margen de un sistema completo y sofisticado de comunicaciones, aunque muchos de ellos van en paquetes opcionales cobrados aparte. Llegará a los concesionarios de la marca a principios de 2016.
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