El embarazo es una condición femenina que no significa enfermedad, y por eso la sociedad va adaptándose a la realidad de ver mujeres con barrigas prominentes en los lugares más insospechados. Con el fin de adaptar también los consejos, las diferentes organizaciones sacan guías actualizadas. La última organización en sumarse a esta tendencia es el Colegio de Obstetras y Ginecólogos de Gran Bretaña, que han aumentado en una semana el período aconsejable para viajar en avión. Si el embarazo no es de riesgo, dicen los médicos, una mujer puede volar hasta la semana 37, cuando antes se consideraba la 36 como fecha tope. Eso sí, los ginecólogos ingleses recalcan que debe tratarse de un embarazo seguro, y no gemelar. En este caso son másconservadores: frente a las 34 semanas de tope que antes se consideraban seguras, ahora se habla de 32. Para que la mujer pueda estar tranquila, losobstetras le recomiendan que una vez que pase de las 28 semanas de embarazopregunte a su médico si es conveniente que, dado su caso personal, pueda volar.
En el coche, en cambio, las condiciones son menos estrictas, y eso que 1 de cada 50 embarazadas tiene un accidente. La empresa de seguros Halo ha creado una guía práctica muy sencilla y visual para que lasmujeres sepan cómo protegerse durante los nueve meses de su gestación. Recuerda que los datos de la Fundación Mutual de Conductores dicen que cada año se interrumpen entre 200 y 700 embarazos por accidentes, y que el 50 % de las muertes fetales, según la matrona Marina Fernández Martín, «se producen por mal uso del cinturón por parte de la mujer embarazada». Jeanne Picard Mahaut, delegada de Stop Accidentes en Galicia, aconseja en ese sentido que «la mejor manera de reducir estos accidentes es reducir la velocidad, ya que es el primer factor que influye en la gravedad de los accidentes. Además, es mucho mejorsiempre y cuando sea posible viajar en los asiento de detrás, incluso mejor en el asiento del medio para evitar riesgos causados tras una colisión lateral». Otro de los problemas que tienen las embarazadas en los viajes, sean en avión o en coche, es el riesgo de trombosis o edemas. Son efectos secundarios que suponen la acumulación de líquido en las piernas y producen tumefacción; y en el caso de los aviones, también se pueden sufrir sangrados en la nariz y los oídos problemas debido a los cambios de presión de aire, o náuseas debido al mareo. Los especialistas sugieren que las embarazadas tengan en cuenta estos riesgos, pero que no les impidan moverse con libertad siempre que ni ellas ni sus hijos corran peligro.
